China anunció hoy la reanudación de
sus experimentos en fusión termonuclear, destinados a generar energía
limpia, en un reactor en el Instituto de Física del Plasma en Hefei,
provincia de Anhui.
La instalación perteneciente a la Academia de Ciencias de China y
situada unos 900 kilómetros al sur de la capital, ya generó en
septiembre pasado una corriente eléctrica de 500 kiloamperios durante
cinco segundos.
El Superconductor Avanza Experimental Tokamak, conocido por sus
siglas en inglés como EAST, es uno de los primeros de su tipo en el
mundo y está destinado a probar la factibilidad de reproducir en
nuestro planeta el proceso que hace brillar a las estrellas.
Científicos del Instituto explicaron que en los últimos meses han
estado realizando ajustes en el equipamiento para mejorar los
resultados.
Wu Songtao, director adjunto de la instalación científica, declaró
que la nueva prueba mostró que el reactor es muy fiable y que se
pueden repetir los experimentos.
China también participa junto a un grupo de países desarrollados en
el proyecto para construir en Cadarache, en el sur de Francia, un
reactor de prueba de mayores dimensiones, llamado Reactor Termonuclear
Experimental Internacional (ITER).
Contrariamente a la fisión, proceso en el cual se libera energía y
grandes cantidades de radiación mediante la división de los átomos, la
fusión consiste en la liberación de energía gracias a la compresión de
dos átomos de hidrógeno para producir helio.
Este es el proceso que mantiene a las estrellas emitiendo energía
durante miles de millones de años.
Pero es más fácil decirlo que hacerlo, pues las complejidades
técnicas a vencer para dominar este proceso son inmensas.
De lo que se trata es de comprimir y someter a 100 millones de
grados de temperatura a isótopos de deuterio y tritio (hidrógeno) con
lo que se logra un plasma, llamado también el cuarto estado de la
materia, además del sólido, líquido y gaseoso.
En física se llama plasma a una mezcla en la que los átomos se han
roto y está formada por electrones libres e iones positivos (átomos
que han perdido electrones).
Lo que quieren lograr los científicos chinos es que este plasma
pueda generar una energía de 500 kiloamperios durante 1000 segundos,
es decir, durante poco más de 16 minutos.
El EAST, primer reactor de su tipo en el mundo, ha necesitado ocho
años para su construcción y una inversión de 25 millones de dólares.
Cuando esta tecnología pueda controlarse la humanidad contaría con
una fuente casi inagotable, el agua de mar, para hacerla funcionar.