Fidel y Raúl expresaron sus condolencias por el fallecimiento del Papa Juan Pablo II
Celebrada misa funeral en la Iglesia Catedral de La Habana
María
Julia Mayoral
El Presidente y el
Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros de
Cuba, el Comandante en Jefe Fidel Castro y el General de Ejército
Raúl Castro, expresaron ayer sus condolencias por el fallecimiento
de su Santidad el Papa Juan Pablo II, en el libro abierto con esos
fines en la sede de la Nunciatura Apostólica de La Habana.
En el Vaticano durante la visita que realizara el Comandante en Jefe a su Santidad en 1996.
Vestidos con trajes
negros, Fidel y Raúl llegaron a la instalación, ubicada en el
reparto de Miramar, poco antes de las cinco de la tarde en
compañía del canciller Felipe Pérez Roque, del integrante del
Consejo de Estado Carlos Valenciaga y de Caridad Diego, jefa de la
Oficina de Asuntos Religiosos del Partido. Allí fueron recibidos
por el monseñor Luigi Bonazzi, Nuncio Apostólico en nuestro país.
En su escrito, Fidel
calificó al Papa como infatigable batallador por la amistad entre
los pueblos, enemigo de la guerra y amigo de los pobres. Recordó
que fueron vanos los esfuerzos de quienes quisieron usar el
prestigio y la enorme autoridad espiritual del Santo Pontífice
contra la causa justa del pueblo cubano en su lucha frente al
gigantesco imperio. El texto redactado por Fidel, una página
completa del Libro de Condolencias, concluye afirmando que nos duele
la partida de Juan Pablo II, a quien llamó inolvidable amigo, cuyo
ejemplo deseamos con fervor que perdure.
Raúl, quien antecedió
al Comandante en Jefe, dejó expresado en el libro que al Papa lo
recordaremos siempre con respeto y profunda amistad, pues clamó por
los pobres y luchó por la paz.
A firmar el Libro de
Condolencias, que estará abierto hasta el miércoles en la sede de
la Nunciatura, acudieron numerosos dirigentes de la Revolución,
así como creyentes y no creyentes de nuestro pueblo.
MISA FUNERAL EN LA
IGLESIA CATEDRAL DE LA HABANA
En
la Catedral de La Habana, completamente abarrotada de personas, se
ofició anoche la misa funeral por su Santidad el Papa Juan Pablo
II, a la que asistió el Comandante en Jefe Fidel Castro.
Más de mil personas en
el interior del templo y otros muchos reunidos a las afueras, en la
Plaza, escucharon con atención la homilía pronunciada por el
cardenal Jaime Ortega Alamino, quien recordó al Papa como persona
que trabajó sin descanso por la paz en el mundo, por la unidad de
los cristianos, el acercamiento a los hebreos, en la promoción del
diálogo interreligioso, y por la compresión entre Ciencia y Fe.
La Iglesia y el mundo,
aseguró el Arzobispo de La Habana, pierden a un hombre referencial
por su firme postura ética, que comunicó al mundo seguridad y
confianza en el destino del hombre y estremeció las conciencias con
su llamado a ser éticamente responsables del futuro, y esto lo hizo
con un poder excepcional de comunicación.
Como
mensajero de verdad y de esperanza lo recordamos en su visita a
Cuba. En aquellos días de su estancia entre nosotros algunos
hombres y mujeres de nuestro pueblo nos decían frases similares a
esta: han sido cuatro días en que se ha ensanchado nuestro
corazón, ponderó el cardenal Ortega.
Al celebrar la Santa
Eucaristía, el también Presidente de la Conferencia de Obispos
Católicos de Cuba pidió que, desde su eternidad feliz, el Papa
Juan Pablo II siga acompañando al pueblo y a la Iglesia cubanos, y
fructifique así entre nosotros el testimonio de su vida y de su
entrega amorosa.
En la ceremonia, el
Nuncio Apostólico en Cuba, monseñor Luigi Bonazzi, sostuvo que el
mundo es de quien más lo ama y mejor sabe demostrarlo, pues al
final son esos los sentimientos que perduran; por ello Juan Pablo II
permanece, pues hizo de su vida un continuo acto de amor a la
Iglesia y al mundo. El representante de la Santa Sede también
ponderó la visita que el Papa realizó a nuestro país en 1998. Fue
un encuentro que, según dijo, había sido preparado con toda la
atención posible por parte de las autoridades civiles y religiosas
en la Mayor de las Antillas. Fueron, comentó, cuatro días de
fiesta y celebración genuina, nacida de la comunión de todos los
cubanos a quienes congregó la presencia del Santo Padre.
A la misa asistieron los
miembros del Buró Político Ricardo Alarcón, Carlos Lage, Esteban
Lazo, Abel Prieto y Pedro Sáez, el canciller Felipe Pérez Roque;
un grupo numeroso de ministros e integrantes de la máxima
dirección del Estado; Caridad Diego, jefa de la Oficina de Asuntos
Religiosos del Comité Central del Partido, y Armando Hart Dávalos,
director de la Oficina del Programa Martiano, entre otros dirigentes
de la Revolución. Además, representantes de otras iglesias
cristianas y confesiones religiosas, así como el cuerpo
diplomático acreditado en La Habana.
· Mensaje escrito por el Presidente cubano Fidel Castro Ruz en el Libro de Condolencias con motivo del fallecimiento del Papa Juan Pablo II
· Mensaje escrito por el
Primer Vicepresidente cubano Raúl Castro Ruz en el Libro de Condolencias con motivo del fallecimiento del Papa Juan Pablo II
·
Representantes
cubanos ante el Vaticano valoran la
trascendencia de Juan Pablo II
· Firma Libro de
Condolencias Presidenta del Consejo de Iglesias
· Esta
tarde, Mesa Redonda Informativa sobre los funerales
del Papa Juan Pablo II
· Millones de personas veneran los restos mortales del Papa
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