Angela Idalia Espinosa Valdés, la
cienfueguera que con solo 13 años despidió al líder estudiantil
Julio Antonio Mella, antes de partir este al exilio el 18 de enero
de 1926, falleció en su provincia natal a la edad de 91 años.
Mella era entonces dirigente
universitario y había concluido una huelga de hambre que extendió
a 16 días, durante su presidio ordenado por el tirano Gerardo
Machado.
Para salvaguardar su vida de la
persecución del gobernante de turno, los amigos cercanos de Mella
gestionaron el traslado a la ciudad de Cienfuegos, y se coordinó con Felipe
Fernández Seijo, jefe de la Aduana, la salida secreta por la bahía
local.
La función de Angela Idalia fue
conducir a Julio Antonio por la ciudad y entregarlo personalmente al
responsable de la Aduana, acto que culminó con una hermosa
despedida entre el joven y la niña, entonces estudiante de
primaria.
Durante la estancia de Mella en la
Perla del Sur se había establecido una relación amistosa con la
pequeña Idalia, quien residía en el vecindario y visitaba la
vivienda interesada en una colección de libros sobre Martí, razón
de peso para que ambos terminaran las tardes en una tertulia diaria.
Idalia tuvo una trayectoria relevante
dentro de las filas del Ministerio del Interior, donde alcanzó los
grados de capitana, resultó condecorada con una veintena de
medallas y recibió la distinción de Fundador del Partido Comunista
de Cuba. (AIN)