WASHINGTON, 30 de abril (PL).—
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, brindó un
testimonio contradictorio ante el panel que examina si fue posible
evitar los atentados del 11 de septiembre de 2001, según se
desprende de una información del diario The New York Times.
En su edición de este viernes, el
rotativo asegura que tanto Bush como su vicepresidente, Richard
Cheney, manifestaron a la comisión investigadora que los reportes
de inteligencia previos a los ataques sólo alertaban sobre posibles
acciones en el extranjero, lo contradictorio es que existe un
memorándum que demuestra lo contrario.
"Ellos dijeron que los informes
de inteligencia recibidos durante 2001 advertían sobre ataques en
ultramar y no en suelo estadounidense", revela el Times, el
cual cita a funcionarios de la Administración Bush y a miembros del
panel investigador que presenciaron la audiencia.
Las declaraciones este jueves del
gobernante ante la comisión, a puerta cerrada y no bajo juramento,
se contradicen con un memorándum desclasificado recientemente por
la Casa Blanca, cuyas páginas evidencian que la Oficina Oval fue
alertada sobre los planes de la organización Al Qaeda en suelo
estadounidense.
El reporte, intitulado "Bin
Laden decidido a atacar en Estados Unidos", fue recibido por
Bush en su rancho de Crawford, Texas, el 6 de agosto de 2001, y en
el se informaba que "miembros de Al Qaeda han vivido o viajado
a Estados Unidos durante años, y el grupo mantiene una estructura
de apoyo que podría ayudar a realizar atentados".
"Informes clandestinos, de
gobiernos extranjeros y de medios de comunicación indican que
(Osama) Bin Laden ha querido realizar atentados terroristas en
Estados Unidos desde 1997", indicaba el texto.
Recordaba que desde 1998 el Buró
Federal de Investigaciones había detectado "actividades
sospechosas en este país que podrían apuntar a preparativos de
secuestros u otros tipos de ataques, incluyendo vigilancia reciente
de edificios federales en Nueva York".
La Casa Blanca se vio obligada a
divulgar el contenido del documento, luego de ser revelada su
existencia por el ex asesor del presidente Bush, Richard Clarke,
quien ante el mismo panel aseguró que el gobernante republicano
"ha socavado la guerra contra el terrorismo".
El ex funcionario reiteró sus
cuestionamientos a la Casa Blanca por considerar injustificadas las
presiones de la Oficina Oval para tomar represalias contra Iraq
después de los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono.
Con antelación el experto en
antiterrorismo había dicho a televisoras estadounidenses que, un
día después de los ataques, el presidente Bush le dijo "en
forma muy intimidante" que evaluaría la participación del
gobierno de Saddam Hussein en esas acciones.
La víspera en unas breves
declaraciones a la prensa al terminar su comparecencia ante el
panel, Bush se limitó a decir que "fue una buena
conversación, amplia, importante, una buena discusión".
El mandatario se negó a revelar
detalles de su diálogo con la comisión, pese a que uno de los
periodistas le sugirió entregar una transcripción de su
comparecencia a los familiares de las personas muertas durante los
ataques contra las Torres Gemelas y el Pentágono.