Con el campeón Waltari Agusti "Seguro que aquí no iba a perder"
COTO WONG
"Dije
que si no me ganó en el Mundial de Pamplona hace dos años, era muy
difícil que pudiera hacerlo aquí, delante de mi gente."
Lo declaró Waltari
Agusti, campéon de la II Olimpiada, en mano individual del
trinquete de la pelota vasca, minutos después de finalizado el
cotejo por la medalla de oro ante el mexicano Heriberto "El Loquillo"
López, a quien venció 40-19.
"La afición me respondió y no pude hacerlo mejor".
"Si
cada vez que yo juegue en mi país tengo tanta afición
alentándome, le regalaré la victoria. Fue estimulante ver a ese
pueblo ahí, apoyándome, gritándome, cantando", sentenció
Waltari, quien confesó que nunca antes había jugado ante tanta
concurrencia.
Hace dos años en
Pamplona, España, Waltari, un desconocido para el público y los
especialistas presentes, clasificó en contra de todos los
pronósticos para la final del certamen del orbe.
Por la otra llave
avanzó "El Loquillo", quien había llegado a España predecido de
un gran desempeño en el mundillo de la pelota vasca y era el gran
favorito para conquistar el cetro universal. El resultado es
conocido: primera vez en la historia que un cubano logra un título
de esa calidad.
"Estoy
muy contento con este triunfo, estaba deseando algo parecido. La
corona mundial de Pamplona me encantó, pero cuando me pusieron esa
medalla pensé en lo bonito que sería si fuera en Cuba. Y ahora lo
logré."
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