La tierra de Rojitas
Omar
Vázquez
Lejos
de encasillarse en la salsa al uso, en su último disco Tierra
santa (EGREM), Rojitas se inspiró en aires nuestros,
fusionándolos con el pop, el rock, el flamenco y otras corrientes
en boga.
Jorge
Luis Rojas ha querido dar un paso adelante en su carrera. Puede que
este disco desconcierte a muchos, que aún lo identifican como
salsero, más que por su permanencia con Adalberto Álvarez y su Son
(1991—1994) por la huella que dejó con su propio grupo, con el
que grabó La fiesta del Caribe. Ahora los temas de su nuevo
fonograma, todos de su autoría, nos remiten a una variedad
sintomática.
La personalidad de
Rojitas transita por un espectro que se mueve desde Traigo mi
tumbao, El dueño del swing y Forever and ever, hasta
el que le da título al disco y Hechizo de luna, de corte
flamenco. Tema este último que sirvió para un hermoso video clip
promocional (realizado por Tomás Viña), con la participación del
debutante grupo de danza Habana Compás.
Rojitas, tras agradecer
a los músicos que creyeron en el disco desde que se gestó, dijo
que este vuelco en su imagen es el resultado de la experiencia de
estos años, como cuando comenzó a cantar con el grupo Oasis e
incorporó la experiencia de haber vivido en Londres, donde se
nutrió del rock y el pop a la manera de Los Beatles, Bee Gees y
Rolling Stones.
Recordó, además, que
con el guitarrista Alfredo Hernández fundó el dúo Evocación
(1984), con el que en 1989 grabó Evocación a la trova
(homenaje a Sindo, Matamoros, Corona y otros grandes), que sin
sonrojo valoró como excelente, "pero aún no había llegado el
nuevo reflujo de esta música. Y me gustaría volver a hacerla,
porque atesora verdaderas joyas líricas".
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