20 de octubre de 1948
Sabino Pupo, un hombre que no temió
ENRIQUE ATIÉNZAR
RIVERO
CAMAGÜEY.—Mucho
antes de que Sabino Pupo fuera asesinado el 20 de octubre de 1948,
por su noble empeño de hacer válidas las reivindicaciones de los
campesinos, en otras zonas, más al Sur de estas llanuras
camagüeyanas se alzaban voces en Hato Estero, término municipal de
Santa Cruz, punto de conflicto entre The Francisco Sugar Company y
familias posesionadas de esas tierras en busca de sustento.
La historia recoge que
en 1939 comenzaron divergencias que durarían hasta 1943 incluida la
dramática fecha de abril de 1942 en que 40 familias fueron
desalojadas y sus ranchos destruidos.
En fuente consultada —el
Índice Histórico de Camagüey— se explica que la Francisco Sugar
Company presentó en el juzgado de Santa Cruz del Sur expediente a
favor de la Asociación Rodríguez Labrada, dueños de Hato Estero.
Transcurrido el término previsto la entidad fue inscrita en el
Registro de Propiedad, y en consecuencia ese órgano de justicia
reconoció la legitimidad, decisión que los campesinos se negaron a
acatar.
La vertical posición de
ellos fue rechazada por la empresa, que apeló a la violencia,
apoyada por el ejército. Sobrevino el desalojo por la fuerza, la
quema de bohíos y la detención de 28 hombres, conducidos presos a
Camagüey y puestos a disposición de los tribunales.
Ante tales hechos pronto
apareció la solidaridad de los trabajadores del central Francisco
(hoy Amancio Rodríguez) y de los portuarios de Francisco Guayabal,
y la firmeza de los hombres y mujeres obligó a la patronal y al
ejército a retirarse de Hato Estero, no sin antes dejar en manos de
sus agentes las escrituras de algunas posesiones para que
presionaran al resto de los desposeídos.
La conmemoración del
aniversario 55 del asesinato de Sabino Pupo trae al recuerdo las
calumnias y presiones levantadas contra el líder campesino por la
Manatí Sugar Company para silenciar las manifestaciones de
rebeldía que venían acrecentándose en el barrio Álvaro Reinoso.
El 19 de abril de 1948
siete campesinos fueron detenidos en Santa Lucía, Nuevitas,
acusados por la Manatí Sugar Company, de usurpación de terrenos.
En realidad eran precaristas que el monopolio ganadero yanki, King
Ranch, pretendía desalojar, en contubernio con la otra empresa que
respondía a intereses foráneos.
El plan de asesinato fue
creciendo contra este hombre valiente a toda prueba, organizador de
la primera base campesina en Álvaro Reinoso, como se llamó a ese
barrio de Nuevitas donde se halla Santa Lucía. Sabino, hombre de
campo, inteligente, no le temía a la represión, y en varias
ocasiones fue encarcelado por defender a sus hermanos de tierra
adentro, a quienes representó como delegado en el Congreso Nacional
de la Confederación Campesina de Cuba.
Sobre él se volcó el
macabro aparato represor; pocos días antes de su muerte, se le
retiró el arma que poseía, por orden de la guardia rural que
cumplió el sargento Roque García Mondejar, enviado expresamente de
Nuevitas a Santa Lucía.
Individuos a sueldo de
la Manatí Sugar Company estaban preparados para el crimen.
Alrededor de las 3 de la tarde del 20 de octubre llegaron a los
terrenos que ocupaban los precaristas en la finca San Martín, donde
se habían internado reses de la Compañía dañando los sembrados
que con tanto trabajo mantenían estos hombres.
En el momento en que
Sabino orientó a sus compañeros a abrir el rastrillo para terminar
de sacar a los animales y se ejecutaba la orden, los asesinos
dispararon a mansalva. El líder del grupo cae abatido por las balas
y son gravemente heridos Alfonso Rivero González y Alfredo Pérez
Proenza, quienes se defendían solo con sus machetes.
El juez de instrucción
de Nuevitas, doctor Antonio F. Camps, inició la causa número 222,
pero asombrosamente en lugar de radicarse como asesinato se
inscribió en el capítulo judicial como riña tumultuaria.
Las honras fúnebres de
Sabino Pupo Millán (sepultado en Nuevitas, años después del
triunfo de la Revolución sus restos fueron trasladados al
cementerio local de Camalote), contaron con la presencia de
campesinos, de obreros y estudiantiles.
Tras el 1ro. de Enero de
1959, Camalote se transformó en una próspera zona. |