El
canciller Felipe Pérez Roque, al fijar la posición del Gobierno
cubano, rechazó hoy el lenguaje injerencista e irrespetuoso de la
más reciente Declaración de la Unión Europea (UE) contra la Isla
antillana.
El Ministro condenó las medidas
contra la nación caribeña adoptadas por Los 15 dirigidas a limitar
las visitas gubernamentales bilaterales de alto nivel, reducir los
contactos culturales e invitar a los llamados disidentes cubanos a
sus celebraciones de fiestas nacionales.
Pérez Roque, al leer la Declaración
oficial al respecto ante 66 periodistas extranjeros de 54 medios de
comunicación de 22 países y toda la prensa nacional, le exigió a
la Europa comunitaria abstenerse de ofrecer soluciones que el pueblo
cubano no le ha pedido.
Luego de hacer un recuento de los
tortuosos lazos entre La Habana y ese megabloque, indicó que Cuba
se ha ganado la potestad, reconocida por el Derecho Internacional,
de determinar sin intromisión extranjera su sistema político,
económico y social.
Tras
condenar la más bochornosa complicidad con la genocida política
anticubana de Washington, puntualizó que no reconoce a ese grupo de
naciones autoridad moral para condenarla, para imponerle un
ultimátum amenazante respecto a las relaciones y la cooperación.
Recordó que el país al sancionar
ejemplarmente a terroristas y mercenarios al servicio de Estados
Unidos, adoptó decisiones que sólo competen al pueblo y al
gobierno cubanos juzgar, son absolutamente legítimas y están
sólidamente basadas en la Constitución y las leyes vigentes.
El Canciller cubano hizo responsable
de la escalada injustificada de las tensiones a la llamada
"culta Europa", plegada a dudosos entendimientos y
humillada durante la ilegal e inhumana guerra contra Iraq.
También advirtió que no tolerará
provocaciones ni chantajes y reiteró la amistad hacia los pueblos
europeos, con los que espera reforzar algún día, de forma honrosa
y digna, los más fraternales y sinceros lazos.
(AIN)