ROMA, 10 de junio (PL).
— Los periodistas italianos iniciaron hoy una huelga general en
protesta contra la concentración de medios de comunicación y las
presiones del primer ministro, Silvio Berlusconi.
Convocados por la Federación
Nacional de la Prensa (FNSI), el paro de estos profesionales se
desarrolla en dos jornadas y afecta hoy a los trabajadores de los
medios escritos y de las agencias de noticias.
Según los organizadores de las
protestas, el próximo día 18, los informadores de la radio y la
televisión se sumarán a las condenas contra los poderes de
Berlusconi.
El secretario general del FNSI, Paolo
Serventi, declaró que la movilización responde a la "defensa
de la libertad y la independencia de la información".
Según Serventi, la huelga general de
sus colegas pretende llamar la atención sobre el hecho de que en
Italia "se encuentra en peligro el derecho constitucional de
los ciudadanos a ser informados".
Berlusconi es propietario de tres
cadenas televisivas privadas (la red Mediaset) y desde su cargo de
jefe de Gobierno ejerce el control de la radiotelevisión pública
RAI.
Al jefe del Ejecutivo en Roma le
atribuyen la separación de sus puestos de trabajo de varios
informadores de la televisión y la prensa plana por supuestas
simpatías con la oposición de izquierda o por sus críticas a la
gestión gubernamental.
A Berlusconi también lo acusan por
ejercer influencia en los medios de comunicación a través de sus
empresas —entre ellas la publicitaria Publitalia—, para provocar
numerosos casos de democión de informadores opuestos a su figura.
Uno de los casos más sonados fue en
2002 el del periodista Michele Santoro, responsable de un programa
de debate de gran audiencia en la RAI que fue suspendido debido a
sus críticas al Primer Ministro.
La huelga de hoy se produce pocos días
después de un polémico cambio en la dirección del diario italiano
Corriere della Sera, con una tirada de 700 000 ejemplares.
Su antiguo responsable, Ferruccio De
Bortoli, dimitió a finales de mayo por supuestas presiones del
Gobierno tras la oposición del diario al apoyo de Italia a la
guerra contra Iraq y la cobertura crítica de los procesos
judiciales que se siguen contra Berlusconi.
Con motivo del paro las principales
agencias de noticias, entre ellas la estatal ANSA, suspendieron sus
servicios desde las 07:00 (hora local) y reanudarán sus
trasmisiones dentro de 24 horas.
La convocatoria también fue seguida
en las redacciones de los diarios de mayor difusión, que no sacaron
sus ediciones en Internet y que se espera, no saldrán a la calle mañana.
Sin embargo, la Federación de
Empresas Periodísticas (FIEG), que reúne a los editores de
diarios, calificó la huelga de "equivocada e injusta",
pues golpea en tiempos de carencias económicas y de pérdida de
lectores.
A la acusación de la FIEG, que
fustigó la protesta por su carácter político, el mayor sindicato
de la prensa contrapuso la necesidad de defender la pluralidad
informativa y la autonomía de los periodistas.