Cuba es un país seguro, de gente laboriosa
Afirma Parnell
Bursey, director nacional de Operaciones Técnicas de la Cervecería
Bucanero S.A., empresa mixta cubano-canadiense
Félix
López y Alexis Rojas
Seis
años atrás, mientras los inversionistas extranjeros en Cuba
recibían todo tipo de presiones externas y las amenazas contenidas
en la Ley Helms-Burton, nació la Cervecería Bucanero S.A. (CBSA),
una empresa mixta (50/50) fundada por una compañía del Ministerio
de la Industria Alimenticia y Cerbuco Brewing Inc., entidad
canadiense subsidiaria de Labatt Brewing Company Limited. Un negocio
que demostró la voluntad de ambas partes.
Corría el mes de mayo
de 1997, y el equipamiento de la entonces fábrica de cerveza
Mayabe, construida en Holguín once años antes con tecnología de
la antigua República Democrática Alemana, necesitaba modernizarse
para ser más eficiente, crecer en capacidad productiva y lograr una
calidad superior. Desde esa fecha se han invertido allí más de 30
millones de dólares, proceso que ha ido desde la instalación de
una nueva línea de botellas en el año 2000 hasta la puesta en
marcha de una moderna sala de cocción en días recientes.
En declaraciones a Granma,
G. J. Burke, director general de CBSA, afirmó que la creación de
la empresa mixta ha sido favorable para ambas partes. Por su
prestigio, la entidad posee la exclusividad de importar y distribuir
cerveza en el mercado en divisa, y es la única con autorización
para exportar las marcas Cristal y Mayabe. En la actualidad, fruto
de las inversiones, CBSA alcanza una capacidad total de 1 500 000
hectolitros, el equivalente a 18 millones de cajas.
El pasado 2 de mayo,
CBSA cumplió seis años de existencia. Unos días antes de esa
fecha, como una suerte de regalo, los 500 trabajadores de la entidad
—cifra que incluye a los de la industria, centros de distribución
y casa matriz— inauguraron la sala de cocción, una inversión
superior a seis millones de dólares, que borró de la industria una
tecnología ineficiente, automatizó procesos y sentó a los
técnicos frente a modernas computadoras.
Parnell Bursey, director
nacional de Operaciones Técnicas de CBSA, asegura que además de
duplicar el volumen de producción de esa área, la nueva sala de
cocción garantiza que se cumpla de manera óptima el proceso de
elaboración de la cerveza: producción de mosto clarificado, y la
fermentación/maduración.
Bursey, que desde hace
28 años labora en Labatt, compañía con ocho fábricas en Canadá
(el 40% de la producción de ese país) y una cultura cervecera que
se remonta a 125 años antes de que Cristóbal Colón desembarcara
por el Norte de Holguín, reconoce que la CBSA solo ha tenido que
sustituir equipamientos, porque las operaciones siguen en manos de
una fuerza laboral y técnica altamente calificada: "Cuba es un
país seguro, de gente laboriosa y preparada... En un lugar así
puede triunfar cualquier empresa", dice.
G. J. Burke, el director
general, informó que el camino avanzado en la fábrica de Holguín,
permitió a los accionistas firmar nuevos acuerdos en el 2002:
"CBSA, aseguró, está lista para construir una moderna
fábrica en Güines, a 52 kilómetros al Sur de La Habana, con
nuevos centros de distribución en la capital del país y Varadero,
donde se consume el 70% de la cerveza que vendemos en Cuba. Su
capacidad inicial será de 1,5 millones de hectolitros, con
posibilidad de que se duplique ese volumen".
Para Saúl Aguirre,
director de ventas de CBSA, los seis años que cumplirá la empresa
mixta y sus planes futuros, demuestran que es posible la convivencia
entre entidades nacionales y foráneas: "Cerbuco Brewing Inc.,
nuestro socio, ha recibido permiso para permanecer en Cuba durante
los próximos 60 años y estamos hablando de 100 millones de
dólares en inversiones para los 15 años venideros. Además de
financiamiento, tecnología y nuevos empleos, la parte cubana sigue
creciendo en sus aportes a la economía". |