NACIONES
UNIDAS, 4 de junio (PL). — Todavía frescas las vagas promesas de
la Cumbre del G-8 hacia el mundo subdesarrollado, Naciones Unidas
apunta hoy que apenas recibió un tercio de la ayuda gestionada para
países en crisis.
La Oficina Coordinadora de Asuntos
Humanitarios (OCHA) se queja de haber conseguido sólo mil millones
800 000 dólares de los 5 000 millones 340 000 dólares
que consideró indispensables en un llamamiento consolidado hecho público
en diciembre de 2002.
A juicio de OCHA, lo obtenido revela
serias disparidades, pues mientras países ricos destinan sus
contribuciones a operaciones humanitarias de "alto
perfil", en Iraq y Afganistán, otros lugares como Liberia y
República Democrática del Congo reciben menos de un cuarto de lo
que necesitan.
El grueso de los aportes se emplea en
ayuda alimenticia, en tanto que resulta escaso lo requerido para
programas de rehabilitación dirigidos a la autosuficiencia familiar
para paliar la pobreza, según puntualiza.
OCHA advierte que "o llegan
fondos pronto, o las agencias se verán forzadas a restringirse o
reducir raciones, lo que conducirá a lo peor, al incremento de las
tasas de mortalidad y morbilidad, ya que la asistencia alcanzará a
menos personas".
El llamamiento consolidado para 2003
se propone proporcionar comida para enfrentar el hambre, atención médica
a enfermos, refugio a la población desplazada y alivio a otras
necesidades básicas.
La oficina de la ONU concentra sus
esfuerzos en alrededor de 30 países, en gran parte en África
subsahariana, con un total de 83 millones de habitantes, afectados
por calamidades naturales y conflictos.