Los
juegos infantiles desde pequeños nos desarrollan física y
mentalmente. Quién de niño no jugó a los escondidos,
a la una mi mula... los varones nos imaginábamos pilotos de
aviones de combate, choferes de grandes rastras, y las muchachitas,
buenas maestras o excelentes doctoras; los más soñadores, periodistas, científicos...
Nelsy López Alonso, con 14 años de
experiencia pedagógica, presentó en el V Taller
Iberoamericano Juego y Sociedad, celebrado en el Palacio de los
Pioneros Ernesto Che Guevara, en Ciudad de La Habana, la ponencia El
juego en el hogar.
Esta joven tunera, con un hablar
rápido y prácticamente sin tomar aire, comenta la gran importancia
que tiene el juego en los niños: "Realizamos una
investigación de cómo estaba el juego en el hogar a partir del
programa educativo, y mediante visitas a las casas y encuestas nos
percatamos de que existían problemas, ya que no había el
conocimiento esencial para realizar un buen juego en el seno
familiar teniendo en cuenta la edad y sexo del niño".
La licenciada Nelsy se dio a la tarea
de realizar varias acciones en las cuales intervienen todos los
miembros de la familia y de la comunidad: "Participan los
delegados, amas de casa, trabajadores, incluso jubiladas, las cuales
aportan experiencias a las madres más jóvenes. También han
realizado debates acerca del juego y se observan resultados muy
positivos."
En su territorio hicieron una
recolecta de juegos el 8 de marzo, en que se festeja el Día
Internacional de la Mujer, y se explicó a la comunidad las
numerosas funciones que tiene cada miembro de ella: "Una de las
tareas que llevan a cabo los delegados es explicarles a las personas
de menos nivel cultural la importancia que tiene el juego en el
desarrollo de los niños."
Nelsy abunda en que las ganadoras en
el concurso Crear un cuento para tu niño, fueron estimuladas y sus
trabajos expuestos en las ludotecas municipales.
A partir de los juegos infantiles
muchos hemos encaminado nuestras vidas. Y al volvernos para mirar el
pasado nos damos cuenta de que esos sueños valieron la pena.