"Que proteste el presidente
(George W.) Bush, que siendo gobernador de Texas, ejecutó al mayor
número de enjuiciados y se negó consistentemente a conmutar
sentencias, parece una broma de mal gusto".
El letrado destacó en un artículo,
titulado "A Cuba mi total apoyo" y que aparece en la
última edición del semanario independentista Claridad, que la
interferencia de la SINA en los asuntos internos de la nación
caribeña "se ha exacerbado" con la designación hace unos
seis meses de James Cason.
El letrado subrayó que Cason se ha
dedicado a fomentar la contrarrevolución en Cuba, dando así la
espalda —afirma— a las auténticas funciones de un diplomático.
Dijo que en la Isla caribeña se le
ha aplicado el rigor de la ley "a los que integran los
círculos organizados alrededor del señor Cason y reciben
clandestinamente dinero y apoyo de Estados Unidos".
Explicó que quienes discrepan de las
sanciones impuestas a los secuestradores de embarcaciones y a los
colaboradores a sueldo de la SINA, tienen que recordar que se trata
del estado de derecho vigente en Cuba, por lo que "esa
autoridad tiene que ser respetada".
Colón Martínez consideró también
insólitas las maniobras en la Comisión de Derechos Humanos de las
Naciones Unidas en Ginebra para condenar a Cuba con "una
resolución presentada por Costa Rica y redactada por los
norteamericanos".
"Uno se pregunta para dónde
estaban mirando los que votaron a favor de la condena cuando —argumentó—
Estados Unidos llenó a Guantánamo de prisioneros sin nombre, sin
familia, sin abogados, sin jurisdicción alguna que los protegiera o
proteja".
El abogado destacó que contra esos
prisioneros, capturados en Afganistán, Estados Unidos mantiene
"autorización a usar la tortura para obtener confesiones e
información".
Apuntó que en esa misma situación
se encuentra en Estados Unidos el puertorriqueño José Padilla,
preso desde hace un año calificado de "combatiente
enemigo" sin que le hayan sometido cargos judiciales ni
permitido la visita de un familiar o un abogado.
Observó que el organismo de las
Naciones Unidas en Ginebra se negó a tomar cartas en las
violaciones de derechos humanos que acompañó la invasión de
Estados Unidos a Iraq, como tampoco ha condenado cuatro décadas de
bloqueo contra Cuba.
El también dirigente de la
organización independentista Congreso Nacional Hostosiano apuntó
que Cuba e Iraq "han sido los dos países que desde bien
temprano en nuestro forcejeo anticolonial han sabido ofrecer la
mayor solidaridad" hacia Puerto Rico "en nuestra lucha por
la autodeterminación y la independencia".
"El futuro de Iraq lo
desconocemos", agregó el articulista, "pero la lucha del
pueblo cubano que, como la nuestra, reclama el derecho a la
autodeterminación y la independencia, tiene que ser defendida
abierta y radicalmente".
Colón Martínez denunció, además
la pretensión de Estados Unidos de imponer su modelo
"democrático" mediante intervenciones militares, como la
ocurrida en Iraq.
Apuntó que quienes le han dado la
espalda a Cuba desconocen la solidaridad entre los pueblos que
"comparten los vejámenes del imperialismo".
El abogado recordó que "ahora
mismo Estados Unidos ha impuesto sentencias de por vida a cinco
jóvenes cubanos, cuyo único delito consistió en evitar el
terrorismo contra Cuba" desde Miami.
"Con Cuba estaré en las buenas
y en las malas", remató, "porque quien ahora atropella a
Cuba es el mismo que atropella a mi país y le niega los derechos
más elementales a gobernarse a sí mismo; es el mismo al que para
arrancarle la justicia de Vieques, más de mil tuvimos que enfrentar
sentencias injustas dictadas por un tribunal extranjero".