MÉXICO, 7 de mayo (PL). — Mientras
la opinión pública mexicana demanda el esclarecimiento total
del escándalo sobre los fondos de campaña del presidente Vicente
Fox, se conoció hoy que parte de esos recursos se quedaron en
bolsillos privados.
Como una conclusión preliminar de la
investigación acerca del llamado Foxgate, se supo que integrantes
de la asociación Amigos de Fox, encargada de coordinar los recursos
de la campaña presidencial del candidato del Partido Acción
Nacional (PAN), se quedaron con parte de las recaudaciones hechas
entre empresarios y ciudadanos.
De acuerdo con datos del Ministerio
Público, en el caso Amigos de Fox no todo el dinero colectado para
apoyar la candidatura panista del 2000 fue utilizado en su
propósito original, pues se detectaron diferencias entre las
donaciones realizadas y los fondos ingresados.
La ilegalidad es la misma que la
revelada en el Pemexgate, relacionado con el financiamiento al
candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional,
Francisco Labastida, en la cual los operadores financieros se
quedaron con parte del monto desviado de Petróleos Mexicanos
(PEMEX).
En cuanto a Amigos de Fox o los
"cuates", como el humor mexicano los ha bautizado, se sabe
que existe diferencia entre las cantidades donadas y las registradas
pero no se ha constatado de cuánto es el desvío.
Esa sería solo una de las
irregularidades vinculadas al expediente pues, además, se encuentran
las acusaciones de usar recursos no declarados a las autoridades
electorales y el de lavado de dinero ya que el grupo de apoyo
proselitista usó los mismos mecanismos financieros que utiliza la
delincuencia para el blanqueo.
Cerca de 10 000 operaciones
bancarias, en las que se usó la triangulación para evitar que se
conocieran el origen de los recursos, realizaron Lino Korrodi,
coordinador de Amigos de Fox, y su grupo.
La documentación obtenida por la
investigación indica que las aportaciones realizadas a la
asociación van desde 3 000 pesos (unos 300 dólares) hasta
varios millones de pesos.
Según publica este miércoles el
periódico La Jornada, durante las indagatorias para aclarar el
Foxgate ya fue interrogada la familia del actual mandatario con el
fin de comprobar si empresas propias como Fox Brothers, Vegetales
Frescos y el Cerrito obtuvieron ganancias de la campaña del 2000.
De acuerdo con el diario, la
autoridad, luego de interrogar al hermano del gobernante, Juan Pablo
Fox, concluyó que en las entidades de la familia no se manejaron
recursos originados en el proselitismo panista del 2000.
A pesar de tal deslinde, otras
indagaciones evidenciaron que transferencias hechas a través de
Vegetales Frescos en una cuenta del First National Bank pudieran
estar relacionadas con financiamiento político, pues de acuerdo con
fuentes bancarias los altibajos del saldo eran notables.
Los entretelones del expediente que
ha envilecido el panorama político mexicano son tantos que se
vaticina que será difícil dilucidar todas las aristas antes de las
próximas elecciones legislativas federales, previstas para el 6 de
julio próximo.
Analistas opinan que el proceso
electoral del 2000 se encuentra inevitablemente manchado de
irregularidades como dinero ilícito, espionaje, filtraciones y
encubrimiento en una sucia disputa por el poder.