Nos sumamos a ustedes porque el mundo necesita a Cuba

Lucius Walker (Director del Movimiento IFCO-Pastores por la Paz)

Querido Comandante Fidel Castro;

Queridos líderes religiosos aquí presentes;

Querido pueblo cubano:

Vengo ante ustedes como Pastor, representando a los Pastores por la Paz. Vengo a unirme a nuestras hermanas y hermanos en Cuba en medio de la peor provocación de las administraciones estadounidenses en la historia; pero vengo a declarar que se les quiere, se les respeta, se les aprecia y se les apoya por parte de millones de ciudadanos estadounidenses que se oponen a la hostilidad, la provocación y las violaciones de las normas diplomáticas de nuestro gobierno.

Sus amigos estadounidenses, por quienes hablamos hoy con orgullo, somos verdaderos amigos, no amigos solo en los buenos tiempos. Hemos estado con ustedes en el pasado, estamos con ustedes en el presente, momento de crisis y de agresión por los Estados Unidos, y estaremos con ustedes en el futuro cualesquiera que sean las consecuencias.

Confiamos plenamente en su integridad, afirmamos los hermosos valores y principios a los cuales se ciñen. Nos unimos en su lucha contra el terrorismo estadounidense, porque el pueblo de Cuba representa la esperanza, la ayuda y la cura para los pueblos del mundo. Nos unimos a ustedes ahora porque merecen nuestra amistad; pero, además, nos sumamos a ustedes porque el mundo necesita a Cuba.

Ahora, como pastor y amigo, sinceramente le suplico a Cuba que elimine la pena de muerte. Por supuesto, otras naciones tienen la pena capital, otros 137 países, incluyendo a los Estados Unidos; pero Cuba es un país diferente y ha tomado un camino diferente que la distingue por los derechos humanos. Ninguna otra nación ofrece salud gratuita al mundo; ningún otro país brinda educación gratuita al mundo.

Cuba es un líder mundial en los derechos humanos y en el respeto por la vida humana, y la pena de muerte te degrada. Eres mejor que eso. De ahí que te exhorto a que conduzcas, como ejemplo, una campaña mundial para poner fin a la pena de muerte.

Además, como pastor y como ciudadano norteamericano, sinceramente le pido al gobierno de los Estados Unidos que cese sus mentiras hipócritas y las distorsiones sobre el récord de los derechos humanos en Cuba, porque en realidad, los Estados Unidos es el peor violador de los derechos humanos en este hemisferio.

Como pastor por la paz le suplico a mi propio gobierno que deje de tildar a Cuba como un país terrorista, cuando en realidad, los Estados Unidos albergan y financian a terroristas, criminales, verdaderos asesinos de ciudadanos cubanos, permitiéndoles abiertamente la existencia de campamentos de entrenamiento para terroristas, y que caminen libremente por las calles del sur de la Florida con el declarado propósito de derrocar al gobierno cubano.

Como pastor por la paz insto a mi gobierno a que deje de alentar la emigración ilegal y que se rija por los acuerdos migratorios de 1995. Así mismo insto a mi gobierno a que libere a los cinco héroes cubanos encarcelados en los Estados Unidos por el delito de detectar e informar los planes de terrorismo radicados en los Estados Unidos contra Cuba.

Frente a todos esos males, tú, maravilloso pueblo cubano, has mantenido una moral muy alta, has mantenido la disciplina y has estado alerta. Debes continuar con ese fundamento moral tan alto.

El pastor que llevo dentro de mí me inspira a creer que Jesucristo describía la Cuba de 2003 cuando aún desde la montaña en Galilea habló diciendo: "Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán la misericordia. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan y digan toda clase de mal contra nosotros mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande".

Cuba, ustedes son un pueblo bienaventurado. Ustedes son un pueblo amado en la humanidad, son benditos en el mundo, son la luz del mundo. De ahí que resistan, ¡mantengan su visión, mantengan su sueño, mantengan sus valores, mantengan su Revolución, conscientes de que el llanto puede durar toda la noche; pero la alegría vendrá en la mañana! (Aplausos).

 

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