Hoy más que nunca declaramos nuestro apoyo y solidaridad a la Revolución Cubana

Fernando Sosa Tais (Estudiante uruguayo de la Escuela Internacional de Educación Física y Deporte)

Buenos días.

En primer lugar quisiera enviar desde esta tribuna internacional un saludo a todos los trabajadores del mundo en el Día Mundial del Trabajo.

Soy estudiante de la Escuela Internacional de Educación Física y Deporte, y represento a más de 15 000 jóvenes que cursan estudios en la República de Cuba, quien en una verdadera muestra de solidaridad y humanismo hace posible materializar el sueño de millones de estudiantes de poder formarse y graduarse como profesionales.

A la Revolución Cubana y a su pueblo liderado por el Comandante en Jefe Fidel Castro, le decimos gracias, y estén seguros de que esta nueva generación que hoy se forma en vuestro país será fiel portadora de principios e ideales que son la verdadera base de los derechos humanos, me refiero al humanismo, a la solidaridad, a la soberanía, al respeto y a la autodeterminación de los pueblos.

El mundo se encuentra hoy ante la amenaza más terrible que jamás se haya ejercido. Estamos frente a la imposición de una dictadura fascista a nivel mundial, encabezada por el gobierno de Estados Unidos y sus vasallos.

No puede tomarnos por sorpresa la etapa reciente de crímenes desatada por el imperio, iniciada en Yugoslavia, continuada en Afganistán y en estos últimos días lo acontecido en Iraq, donde el señor Bush dispuso una invasión de 270 000 agresores armados con tanques y bombarderos estratégicos, confirmando que Washington debe mantener la hegemonía que ostenta en armamento, tecnología y espionaje.

Estos verdaderos genocidios no son otra cosa más que herramientas utilizadas para reconstruir el mapa geopolítico en favor de los intereses particulares de las grandes transnacionales que se escudan bajo el poder político y militar del gobierno de los Estados Unidos.

Pero está claro que no podemos esperar otra cosa de quien desde su formación aniquiló a sus originarios pobladores de su territorio, viviendo del trabajo de millones de esclavos, quien además promueve un violento racismo y mata cada año a decenas de millones de personas de países del Tercer Mundo a causa del hambre, producto de las políticas neoliberales.

Nadie puede negar el carácter ilegal, innecesario y criminal de esta guerra, que por si fuera poco la pérdida de vidas humanas que produce se la utiliza como una amenaza queriendo extenderla quien sabe hasta dónde y hasta cuándo.

En este contexto el imperio refuerza sus acciones y maniobras de todo tipo encaminadas a justificar una agresión genocida contra Cuba, utilizando pretextos que no son más que mentiras y calumnias como la supuesta violación de los derechos humanos.

Hace unos días se realizó la asamblea de la Comisión para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, donde un grupo de países o debiera decir mejor, de gobiernos, presentaron una acusación contra Cuba, acusándola de faltas a los derechos humanos.

No caben dudas de que los mismos actúan bajo presiones y chantajes ejercidos por el gobierno norteamericano quien los obliga a actuar de manera incondicional a sus intereses particulares. Estos de manera totalmente sumisa, ejecutan al pie de la letra las órdenes y se olvidan de la poca autoridad moral con la que cuentan, dada la situación actual de sus pueblos.

Voy a citar el caso particular del Uruguay: hace unos días recibimos con mucho dolor la noticia de que cinco niños que no pasaban los cinco años de edad habían perecido por causa de inanición, es decir, por no tener nada para comer.

Quiero recordar que mi país apenas sobrepasa los 3 millones de habitantes y cuenta con más de 10 millones de cabezas de ganado vacuno a lo largo y ancho de su territorio.

Por otro lado, en lo que va del período del gobierno actual se ha incrementado de manera alarmante el fenómeno de la emigración masiva de jóvenes hacia los países del norte, a causa de la falta de oportunidades en lo laboral y asfixiados por una situación económica que no se sostiene más y que parece no tener solución. Solo el año pasado dejaron el país más de 70 000 compatriotas.

Está de más decir lo que para cualquier nación significa no contar con el capital humano necesario, más aún en la situación de crisis en que se encuentran los países latinoamericanos.

Cabe preguntarse, ¿tendrá el gobierno uruguayo autoridad moral para reclamarle algo a cualquier país del mundo en materia de derechos humanos? Por supuesto que no, mucho menos a Cuba, que defiende el derecho soberano de los pueblos, que es un país pobre y bloqueado, decidido a defender su soberanía, el derecho a decidir su destino, su modo de vida y su sistema de distribución de riquezas.

Esto es la lucha que Cuba libra desde hace 44 años.

¿Será que este pueblo tiene derecho a defenderse?

¿Alguien puede privar o cuestionar hoy el derecho de Cuba a defenderse del terrorismo, a defender su espacio aéreo, sus costas, la vida de sus 11 millones de habitantes?

¿Tiene este pueblo derecho a hacer justicia, derecho a la vida?

¿Cuántos muertos más se necesitan para llorar a los muertos cubanos? Hasta hoy suman 3 879 y 2 099 inválidos, esto es seis veces mayor en proporción a los de las Torres Gemelas.

¿Quién se lamenta por ellos junto al pueblo cubano? ¿En qué Comisión de Derechos Humanos de Ginebra se condenaron estos crímenes? ¿Qué ocurrió con los criminales que los llevaron a cabo?

Que nadie confunda la justicia soberana de un pueblo con la violación de los derechos fundamentales.

Lo que está en juego hoy es la posibilidad de que se desencadene sobre Cuba una agresión tan brutal, como inmensa ha sido su actitud en la lucha contra el imperio en todos estos años.

Nosotros, extranjeros que tenemos el orgullo de vivir y compartir esta lucha junto al pueblo cubano, sentimos cada día de esta Revolución como una victoria frente al poderío y la amenaza permanente de Estados Unidos.

Cada día de resistencia del pueblo cubano es un día de aleccionadora dignidad para la historia.

Hoy más que nunca declaramos nuestro apoyo y solidaridad incondicional a la Revolución Cubana y a su heroico pueblo.

¡Viva el socialismo! (Exclamaciones de: "¡Viva!")

¡Viva Cuba libre! (Exclamaciones de: "¡Viva!")

¡Venceremos! (Exclamaciones de: "¡Venceremos!")

 

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