Ese palo tiene jutía

José Antonio Fulgueiras

El nuevo libro Ese palo tiene jutía, del camajuanense René Batista Moreno, anda ya por todas las ramas de las librerías villaclareñas y del país, asido a un pequeño volumen de la colección Margen apasionado, de la editorial Capiro, de Santa Clara.

Batista, tal vez el émulo más ferviente de su extinto amigo Samuel Feijoo, se ciñó su gorra campestre, salió a caminar por los campos de la zona y se topó en los linderos de la gracia, la admiración y la leyenda, con hombres como José Cano González (Joseillo), primer testimoniante del libro, y a quien, cuenta el autor, "fue impresionante verlo en aquella mañana salir en busca de una yagua, convertirla con su machete en una pequeña guitarra, ponerle liga de gomas de camión y tocar armónicamente con ella".

Aquí también aparecen otros grandes de la música popular, capaces de construir sus propios instrumentos para darle un poco de vida y alegría al entorno hostil e intrincado donde vivían.

El lector se deleitará sobremanera con la historia y la gloria de Cheo Pandilla, clásico ejemplo de antimúsico, amigo del bárbaro del ritmo Benny Moré. El maestro Vicente Gelabert, al verlo tocar con una guitarra de una sola cuerda, le expresó: "Es usted un depredador de la guitarra, el hereje musical más grande que he conocido".

Aunque René Batista no especifica con cuál tipo de jutía titula su libro, se me antoja pensar que se trata de la clásica jutía mona, que por mucha maroma que ha hecho sobre las ramas, jamás se ha caído del gajo.

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Deportes | Cultura |
| Cartas | Comentarios | Ciencia y Tecnología | Lapizcopio| Temas |

SubirSubir