La pregunta fue lanzada: ¿puede el arte contribuir a cambiar los imaginarios y concientizar, desde el activismo, la importancia de eliminar las brechas de género?
Ella no lo piensa mucho. Sabe la respuesta desde el día en que decidió denunciar, a través de sus dibujos, las violencias hacia las infancias, los ataques a una población del norte de África, y para «quejarse de las cosas que le molestaban como mujer».
A Raquel Riba Rossy, feminista e ilustradora española, le llegan muchos mensajes, por las redes sociales, de mujeres que, al igual que ella, no se quieren callar, que se van de ese lugar en el que existe discriminación y que desean visibilizar las desigualdades.
«Por eso dije que debo abrir las ventanas, abrir las puertas y lavar los trapos sucios en la plaza mayor de las ciudades, si es necesario», confiesa.
Lola Vendetta, el personaje al cual le da vida, resume eso: se venga de las injusticias y defiende los derechos humanos. Con un sentido del humor visceral y satírico, aborda temas como la maternidad, el ciclo menstrual, los mitos del amor romántico, la violencia de género… Y es, a la vez, un personaje tierno y sensible a la belleza de la vida.
–¿Cómo ha evolucionado Lola Vendetta durante los 12 años de creación?
–Empezó siendo bastante luchadora, hasta que llegó el momento en el que necesité darle más aristas, porque no conozco a ninguna mujer que sea de una manera todo el tiempo. Por eso quise introducirle otras complejidades y divertirme a través de sus matices.
«Al ser ilustraciones se hace más fácil. No es lo mismo leer un ensayo de varias páginas, a que una viñeta sintetice eso, y que un personaje te acompañe. Pienso que los trabajos que se están haciendo en el mundo de la ficción o del cómic aceleran los procesos».
Sobre el camino para la creación, Raquel Ribas agradece las «riendas sueltas» que su familia le dio cuando era niña. «En mi casa se forraron los pasillos para poder pintar, y esa acción de crear-borrar para los infantes es muy positiva, porque permite equivocarse en el dibujo y desarrollar la capacidad creativa».
A propósito de la campaña Ahí Es, Adolescentes libres de violencia machista, la artista visitó Cuba. Explica sentir la sensación «de siempre haber conocido la Isla, ese frenesí de un enamoramiento».
Si bien ella es reflejo de su arte, y la vida no la entiende si no está el dibujo presente, dice poder separar a Lola Vendetta de la persona que es:
«La desvinculé, justamente, para darle más libertad al personaje y no tener que ser la superheroína que mucha gente atribuyó por defecto; aunque nos parecemos.
«A Lola me la inventé como un medio para gritar. Cuando no tengo paciencia para soportar las inequidades, me olvido de los convencionalismos y Lola Vendetta saca la catana».
COMENTAR
Responder comentario