A simple vista, podría parecer una señora común. Las arrugas en su rostro dan signo de una persona que alcanza la vejez como cualquier otra, con naturalidad y consciencia de los años que han pasado. Sin embargo, quien la mira fijamente a los ojos y conoce la historia detrás de esa mirada, no duda un segundo de la suerte que representa estar frente a una auténtica «mujer maravilla».
Tal vez al escuchar el nombre de Diana Nyad no venga a la memoria de muchos sus hazañas, pero si se muestran las imágenes tomadas en Florida, Estados Unidos, aquel 2 de septiembre de 2013, pocos desconocerán que se trata de la mujer que hizo historia al nadar, a sus 64 años, desde La Habana hasta Cayo Hueso, sin jaula protectora, una travesía de 110 millas, que duraría casi 53 horas.
«La ninfa de las aguas», como también se le conoce, por la similitud de su apellido con las náyades –deidades griegas de agua dulce–, se encuentra nuevamente en Cuba, junto a su entrenadora y compañera de fórmula, Bonnie Stoll, como tantas veces lo ha hecho desde su juventud; pero esta vez, por otra razón también especial. Nyad, la película biográfica que cuenta su proeza en mares caribeños, fue presentada en el cine capitalino 23 y 12, el pasado sábado, como una de las propuestas más llamativas del 45 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
Dirigida por Elizabeth Chai Vasarhelyi y Jimmy Chin, bajo la distribución de la multinacional Netflix, el filme hace un recorrido por los duros años de entrenamiento en los que se sumergieron Diana y su equipo, con el objetivo de lograr la gesta conocida como «el Everest de la natación».
«No fue tan carismática como lo soy yo», comenta Diana, al preguntársele por la impresión de verse representada en pantalla mediante Annette Bening. «Sin embargo, lograron captar perfectamente mi tenacidad, perseverancia, y todo aquello que me llevó a lograr mis metas. Esta siempre será una película de la que sentirme orgullosa».
Sobre la oportunidad de traer la producción hasta el público cubano, Diana expresó: «Netflix está haciendo un gran trabajo dando a conocer y proyectando la película alrededor del mundo. Si estás sentado en Nueva York, en Londres o en Japón, por supuesto que vas a recibir todo el sentimiento, pero si estás en Cuba, sabes que hay una historia detrás, la de alguien que toda su vida quiso conectar, de algún modo, a su país con esta Isla».
En palabras de su amiga Bonnie, Nyad es una «bestia» dentro del agua, un ser capaz de mentalizarse para lograr lo que se proponga sin creer en impedimentos, los numerosos récords que ostenta en varios continentes así lo demuestran. No obstante, cuando cuelga su traje de baño, Diana se convierte en una persona sensible y que desborda sentimientos.
El amor la ha hecho regresar una y otra vez a Cuba. El brillo en sus ojos y la sonrisa delatan lo que siente cuando está en este país. Gran parte del tiempo lo dedica a estudiar español, que parece ser el nuevo reto en su vida, junto a otros muchos proyectos que lleva a cabo, casi todos encaminados a ayudar a jóvenes y ancianos a encontrar un camino, y demostrar que nunca es muy tarde o muy temprano para luchar por tus sueños, pues en cada uno de nosotros, si así nos lo proponemos, habita un superhéroe.










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