El 45 Festival dedica un panel al estudio de la obra del realizador cubano Sergio Giral, cineasta cuyo rol en el análisis de las raíces africanas en la forja de la identidad patria resulta determinante.
Giral (1937–2024) inicia su labor dentro del Icaic para 1961. Un año después produce su primer documental, Heno y ensilaje, al cual sumaría otros de su género, hasta llegar a Cimarrón (1967). Basado en el libro Biografía de un cimarrón, escrito por Miguel Barnet, el material aborda las luchas de un esclavo en busca de su libertad.
Este título sería el punto de partida de la marcada inclinación del cineasta por abordar en su obra los temas directamente vinculados a la presencia y papel de lo africano en la historia de Cuba, nación de herencia colonial que sufrió en carne propia el oprobio de la esclavitud, entronizado por el imperio español en la Isla.
El cine de Giral representa un fresco ineludible en el estudio de la negritud en la Mayor de las Antillas. En su segmento de ficción –parte fundamental de ese corpus–, contempla relatos estremecedores sobre los horrores cometidos contra los seres humanos traídos de África a la fuerza, pero nunca sometidos por la soberbia blanca.
En esencia, Giral nos habla de la capacidad de resistencia, del honor y el arrojo de personas que no renunciaron a sus raigalidades, y supieron sublevarse e instaurar pequeñas repúblicas independientes de rebeldía en los palenques.
A través de estas películas, el cineasta somete a estudio, por añadidura, una época marcada por el sojuzgamiento colonial y el afloro de aquella clorofila de rebeldía que se vertebraría al pensamiento independentista de la revolución iniciada en nuestro país el 10 de octubre de 1868.
El otro Francisco (1975), con guion del propio Giral, junto a Julio García Espinosa, Tomás Gutiérrez Alea y Héctor Veitía –a partir de la novela Francisco, escrita por Anselmo Suárez y Romero–, representa el primer capítulo fílmico de su Trilogía de la Esclavitud.
La importancia histórica de esta película es que se trata de la obra cinematográfica criolla pionera en abordar el ignominioso pasaje del pasado patrio, visto en un contexto socioeconómico.
Merecedora de Mención Especial de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica en el Festival de Moscú, cita en la que, además, Miguel Benavides obtuvo de forma compartida el Premio al Mejor Actor Masculino, El otro Francisco contó con un equipo técnico de grandes figuras en su realización: Livio Delgado, Leo Brouwer, Nelson Rodríguez, Germinal Hernández…
También amparado en un texto literario como Diario de un rancheador, de Cirilo Villaverde, el director de Plácido (1986) y María Antonia (1990) regaló su segundo opus de la Trilogía de la Esclavitud por conducto de Rancheador (1976).
Maluala (1979) supuso la pieza de clausura del tríptico. Le acompaña el mérito histórico de haber sido la primera ganadora (compartida) del Gran Premio Coral del i Festival del Nuevo Cine Latinoamericano hace 45 años. Vista la trilogía en conjunto, Maluala resulta su peldaño más radical en el terreno ideológico, y el más osado en lo estético. (j.m.m.)
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