«Martí nos mejora»

Adscrito a la Oficina del Programa Martiano, en la hermosa casa que acogió el hogar de José Francisco Martí Zayas Bazán, hijo de José Martí, el Centro de Estudios Martianos (CEM) llega, este 19 de julio, a sus 47 años de fundado.

Ubicado en el Vedado de La Habana, nuclea importantes investigaciones en torno al Héroe Nacional. Para este aniversario ha concebido un grupo de acciones, entre las que destacan la presentación de La Edad de Oro, una coedición entre el CEM, la editorial uruguaya Primero de Mayo y la Embajada de Cuba en ese país; la distribución de ella en escuelas y bibliotecas públicas de Paraguay; mientras también se presenta en Guatemala.

Dirigir el CEM entraña un indeleble acto de amor. Con ello coincide su directora, la doctora Marlene Vázquez, quien aseguró a Granma que «hay que amar mucho la obra de Martí y este lugar, para conducirlo en circunstancias tan difíciles como las que atraviesa el país hoy, que afectan todas las esferas de la vida, máxime a los que nos dedicamos a la producción espiritual y cultural.

«Trabajar en el CEM supone una tremenda responsabilidad ciudadana, porque Martí es Cuba, y nosotros tenemos la responsabilidad de investigar y promover ese legado del modo más fiel posible a su palabra.

–¿Estar cerca de la obra martiana repercute en la conducta o en la vida de los trabajadores del Centro?

–Martí transforma la vida de la gente. Martí nos mejora. A veces uno decae, porque somos seres humanos, y cuando empiezas a leer cualquier zona de esa inmensa selva que es su obra, te sientes fortalecido y sigues adelante.

 «A veces no nos damos cuenta, pero yo creo que el mejoramiento humano del que hablaba Martí es cada vez más factible si nos acercamos a él, a lo que nos dejó dicho, porque, sin duda alguna, la mayor fortaleza cultural, espiritual, culturológica que tiene Cuba es José Martí. Si se nos cae Martí se nos cae Cuba, y eso no lo podemos permitir ni los que trabajamos en este centro ni ningún cubano de bien.