ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Fotograma de la serie Doc nelle tue mani.

Al doctor Andrea Fanti le apodaron Doc y así, con un justo apellido en italiano, Nelle tue mani, figuró como el eje principal de una serie vista aquí en su primera temporada por Multivisión. Lástima del equívoco con que a veces nuestra propia televisión anunció su proyección, al confundir la apócope del título académico del médico con la abreviatura de documental.

Lo que para algunos resultó una construcción fantástica –la amnesia del protagonista, producto de un frustrado atentado contra su vida– tuvo una base real. Pierdante Piccioni es un médico italiano que sufrió un accidente de tránsito en la autopista perimetral de Pavia, el 31 de mayo de 2013. Luego de seis horas sin conocimiento, al despertar una fecha persistió en su memoria: 25 de octubre de 2001. Lo que sucedió entre uno y otro día –12 años– quedó borrado en la cabeza de Piccioni, a quien desde entonces le llaman Doctor Amnesia. Aquella experiencia sirvió para que el facultativo iniciara una carrera literaria, con la publicación en 2016 del relato testimonial Menos doce, punto de partida para la elaboración de los guiones de la serie televisual.

Debo apuntar que la segunda temporada de Doc nelle tue mani guarda relación con otro libro de Piccioni, En primera línea, que refleja el combate contra la epidemia de la COVID-19 en el hospital de Lodi.

Mientras llega la continuación de la saga a la pantalla doméstica cubana, cabe valorar lo visto hasta ahora como una serie de muy interesante factura en el abordaje de temas de alta sensibilidad.

Esto lo va descubriendo el telespectador a medida que van cayendo los capítulos. Si por momentos Doc... se antoja como una versión italiana de los dramas médicos al uso en las producciones estadounidenses –léase Anatomía de Grey, House, El buen doctor o Chicago Med–, en otros predomina la introspección en conflictos humanos de notable intensidad. No es que deje de ser interesante el seguimiento de síntomas, diagnósticos y soluciones terapéuticas –hasta de enfermedades raras como la producida por el hongo candida auris– sino que al mostrar, de un lado, tropiezos, encontronazos, quiebres y frustraciones; y de otro sueños, aspiraciones, fortalezas éticas, vocaciones y voluntades capaces de superar obstáculos y límites, se nos revela la condición humana en su complejidad.

Tanto la escritura de Francesco Arlanch y Viola Rispoli como la puesta en pantalla de Jan Maria Michelini y Ciro Visco tuvieron el tino de no excederse ante situaciones explosivas. Cuando el melodrama toca una puerta, los realizadores calzan la apertura con las herramientas de la contención. Cuando las lágrimas asoman, los giros a tomar los asuntos con calma contribuyen a que las aguas fluyan sin demasiadas turbulencias.

En el plano de las actuaciones, la serie coloca en el centro a Luca Argentero, experimentado actor de amplio registro, al que a veces la dirección le exprime expresiones faciales no siempre afortunadas. El elenco reparte notas excelentes: cada personaje encaja en su historia y las de los demás.

Los milaneses deben haber agradecido que su ciudad haya sido el espacio seleccionado para la serie. No solo el Duomo, la Scala o la Galería Vittorio Emanuele hacen el paisaje, ni todo es Inter vs. ac Milan; el día a día de sus habitantes se respira de alguna manera en Doc nelle tue mani. 

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yadira dijo:

1

23 de mayo de 2023

13:02:03


Hola me encanta la serie, y lindos lugares de la ciudad