ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Fotograma de La Madre

El pasado 12 de mayo el emporio audiovisual estadounidense Netflix estrenó La madre, thriller de acción de la neozelandesa Niki Caro al servicio de Jennifer López, que ambienta parte de su trama en una inexistente Cuba.

La actriz de origen puertorriqueño incorpora a una exmilitar estadounidense que, en pos de recuperar a su hija, raptada por un poderoso grupo de traficantes de armas, viaja a La Habana en compañía de un agente del Buró Federal de Investigaciones.

Es la capital cubana dibujada en el filme el garito donde se refugian carteles de la droga y del negocio de las armas, sitio en el cual puede matarse de forma impune y en el que campean asesinos latinoamericanos.

De forma curiosa, las críticas al filme a escala mundial no le dedican una línea al asunto, en tanto a los medios no oficiales que abordan el tema Cuba desde dentro o fuera de la Isla solo les interesa apuntar que Jennifer López no viajó a La Habana, y que todo el segmento de la Isla fue filmado en Gran Canaria.

O sea, resulta desestimado el aspecto de real importancia, que no es otro que la tergiversación de la realidad de un país con los niveles de seguridad ciudadana más altos del continente, donde no existe comercio de armas ni los traficantes encuentran su guarida, como en la época de los piratas.

Esta visión de Hollywood, tan inveterada como repudiable, se aviene a las líneas políticas de las administraciones norteamericanas y su intención de sembrar en el imaginario universal la idea de que Cuba es un Estado terrorista, otro oscuro rincón del eje del mal en cuyas calles prima el caos y la barbarie.

Algo de lo anterior está muy en consonancia con producciones previas, también de la primera línea de la batería comercial anglosajona, a la manera de Chicos malos II (Michael Bay, 2003), en la cual Cuba quedaba retratada como un paraíso para el contrabando de drogas, escenario sin ley donde los criminales hacían y deshacían, lo mismo en sus costas que en sus mansiones.

Aunque con menos cianuro ideológico, también se vio en Sin tiempo para morir (Cary Joji Fukunaga, 2021), y su archipiélago caribeño fabular de espías internacionales y violentas refriegas callejeras.

El espacio no permite aludir a otras producciones, como tampoco a una tendencia que se remonta incluso a antes de 1959, por conducto de largometrajes estadounidenses que reinventaban, a su antojo y en virtud de sus perversos objetivos de manipulación, la historia de nuestro país.

En fin, la Cuba de La madre es la eterna Isla de la visión imaginaria de Hollywood, suerte de lo que fuera en parte el país antes de la Revolución y de lo que desearían que fuese hoy. Por fortuna para quienes vivimos aquí, dista un mundo entre cuanto cuentan las películas y la realidad. Pero, por desgracia, esa es la imagen nuestra que siguen exportando al planeta.

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George dijo:

1

22 de mayo de 2023

03:55:20


Totalmente de acuerdo.

Mimisma dijo:

2

22 de mayo de 2023

11:59:24


Cínicos es lo que son, tan normal en Hollywood.

Javier dijo:

3

22 de mayo de 2023

12:49:17


Yo he visto partes de esa pelicular, partes porque es mala a más no poder. Además de maniquea, simplista, hecha para adolescentes con el cerebro poco desarrollado. Entre ver esa peli o golpearse los dos pies con una maza, yo recomiendo lo segundo. Es menos doloroso.

sachiel dijo:

4

22 de mayo de 2023

16:45:39


Les faltó mencionar una de las películas de Bond, donde Ana de Armas y el señorito hacen eso mismo, también.

eduardo Respondió:


23 de mayo de 2023

17:18:07

Rápidos y furiosos en el Malecón..claro está si fue aprobada para recaudar divisas.

Francisco dijo:

5

31 de mayo de 2023

21:01:28


Totalmente de acuerdo con lo expresado en el artículo. La manipulación que se hace en esta pelicula de la realidad cubana es realmente ofensiva. Pero casi tan ofensiva como esta pelicula, lo es el hecho de que el periodista haya "olvidado" mencionar en su lista de filmes tergiversadores, a la única producción Hollywoodense rodada en tierra cubana después del 59 y que, tal como la de Jennifer, pintó una Cuba solo existente en el imaginario gringo. Rápida y furiosamente, el periodista puso fin a su escrito, no fuera a ser que se le aclarara la memoria.

Javier Gómez Gutiérrez dijo:

6

1 de junio de 2023

09:21:07


Al menos aquella tuvieron el cuidado de filmarla en Cuba, sabiendo todos cual ha sido el corte de esta otra interminable secuela, no seamos ingenuos el sentido de esta nada tiene que ver y sin tiene un fin muy bien marcado. De los los enemigos de Cuba no se puede esperar nada por casualidad, el ataque a todo lo que huela a nuetsro país y que no esté en consonancia con lo que dicta el "amo" hay que atacarlo y claro hay que buscar una manera de dar algún des crédito a la versión de que somos una país que patrocina el terrorismo, de no ser por lo que implica daría risa. El mayor patrocinador del terrorismo, en cualquier versión, acusando al país que probablemente ha sido víctima con más fecuencia de actos de este tipo. Y ahora para rematar una peliculita para justificar.