Desde el mismo punto de partida, Fernando Medrano retó a Sísifo. La piedra conducida hacia la cima nunca cayó a sus pies. La levantó siempre, con la mirada puesta en las alturas. El tiempo, el estudio, la perseverancia y la toma de conciencia de que solo se triunfa cuando se es capaz de aglutinar voluntades y colocar como premisa la hechura colectiva, colocan su obra como espejo de lo que se puede y debe en torno a la preservación, desarrollo y despliegue escénico de la cultura popular tradicional cubana en nuestro país.
De Maraguán, agrupación surgida en el seno de la Universidad de Camagüey en 1981, a Camagua, derivación profesional de aquella experiencia al comienzo de la segunda década de la actual centuria, ambas con impactos en la arena internacional, en la que exhiben un extenso y meritorio palmarés, la vocación del ingeniero civil devenido coreógrafo y director artístico fraguó. Prueba al canto, la temporada que la Compañía Folclórica Camagua protagoniza esta semana en la sala Covarrubias del Teatro Nacional.
Siete obras, repartidas en dos programas, permiten apreciar el rigor y la belleza de los espectáculos de la compañía. En un primer momento, hasta el viernes, tres piezas que dan la medida de la línea asumida por la tropa de Medrano: Congos trinitarios, Cubanísimo y Homenaje.
En Trinidad bebieron de los toques, cantos y bailes de origen congo en un espectro que cubre desde la makuta hasta las tonadas de la región; Cubanísimo ilustra manifestaciones del folclor urbano de fuerte presencia en el imaginario popular; mientras que la tercera muestra rinde tributo a la huella franco-haitiana en la región oriental y de manera específica a Caidije, grupo de portadores que por más de nueve décadas ha mantenido viva, cerca del poblado camagüeyano de Sola, la cultura traída de Haití por sus ancestros.
Para el sábado y el domingo Camagua reserva Awán, recreación de los aportes músico-danzarios de la comunidad arará, investigados y teatralizados por la profesora Bárbara Balbuena; Clave, guateque y son, que alude a la fiesta de los bandos en Majagua; Rumbeando, escenificación coreográfica que honra al complejo cultural cubano reconocido como valor patrimonial de la humanidad; y en el clímax, Caribe soy, espejo del anclaje de las islas antillanas en la forja de nuestra identidad nacional.
La dedicatoria de estas funciones al aniversario 45 del sistema de Casas de Cultura no es gratuita: Camagua no olvida el papel de la red de instituciones en el cultivo de aficiones y la iniciación y formación básica de varios de sus fundadores.












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Graciela Chao Carbonero dijo:
1
15 de abril de 2023
17:45:36
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