Cuando esta semana a Juanamaría Cordones Cook le llegó, de manos de Luis Morlote, presidente de la Uneac, el Premio Internacional Dulce María Loynaz, otorgado por la organización a propuesta de su Asociación de Escritores y la Comisión José Antonio Aponte, la profesora, ensayista y documentalista uruguaya, radicada en Estados Unidos, repasó cómo en los últimos 30 años de su vida la cultura cubana ha sido constante pasión y permanente compromiso.
Todo comenzó el día en que conoció a la poeta Nancy Morejón, quien asistía a un encuentro académico en la Universidad de Missouri, donde Juanamaría ejerce la docencia. Hasta ese momento había enfocado su interés hacia las prácticas teatrales de los negros en Uruguay, su país de origen. «Por Nancy descubrí –confesó– la obra de muchos artistas, escritores e intelectuales negros y mulatos cubanos contemporáneos y supe cómo, después de 1959, para la mayoría de aquellos se abrieron posibilidades de formación, desarrollo y promoción que no abundan en otros países de la región».
Justamente Nancy pronunció el elogio de Juanamaría en una velada a la que asistió el viceministro de Cultura, Fernando Rojas, y fue coronada por la emotiva interpretación de la pieza La ruta del esclavo, por su autor, Gerardo Alfonso, protagonista de una de las más recientes producciones audiovisuales de la homenajeada.
La impresionante saga testimonial, que abarca más de 30 documentales, registra la vida y la obra poética de Georgina Herrera y Nancy Morejón, del dramaturgo Eugenio Hernández Espinosa, de los artistas visuales Eduardo Roca (Choco), Alberto Lescay, Manuel Mendive, Belkis Ayón, Santiago Rodríguez Olazábal, Rolando Estévez y Roberto Diago, y la labor de indagación del legado africano en la Isla de Rogelio Martínez Furé, Víctor Fowler, Yana Elsa Brugal y Zuleica Romay.
«La creación cultural afrolatinoamericana, en la que Cuba posee un peso notable –comentó– tiene su origen en la colonización que explotó la mano de obra esclava africana. De ahí viene lo que vino después: el sufrimiento, la creatividad, la vocación emancipadora».
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