ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Fotograma de Un varón.

Aprender a usar un arma blanca o de fuego o ir a un burdel no debería ser una obligación para ninguna persona, sin importar edad o género. Sin embargo, los «códigos de la calle» imperantes hoy en muchas sociedades hacen presión sobre los más jóvenes, y adherirse a ellos es, en no pocas ocasiones, la única forma de sobrevivir cuando la ley la dicta el más fuerte o el más «macho».

En tal entorno habita Carlos, cuyo hogar –una residencia para jóvenes en Bogotá– no queda exento de esa presión social, que para nada varía cuando sale a visitar a su madre.

Pero, ¿quién es Carlos, puertas adentro de su habitación?

Esta es una de las preguntas principales que se hace ese joven, protagonista de Un varón, filme colombiano en coproducción con Francia, Holanda y Alemania, que compite en la categoría de Ópera prima en la 43 edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.

Para filmar esta cinta, su director, Fabián Hernández, no necesitó de la ayuda de la policía ni del ejército, como suele ocurrir en otras producciones que se graban en barrios como San Bernardo, Santa Fe, El Voto Nacional, La Estanzuela y Las Cruces.

Al decir de su productor, Manuel Ruiz Montealegre, la cercanía del novel cineasta con los pobladores y el conocimiento del territorio hicieron posible que la comunidad le permitiera entrar en su espacio, además de «la honestidad del discurso» y de la historia que se narra.

«El filme no romantiza la violencia ni las armas ni las drogas», explicó Hernández, sino que analiza su rol dentro de la sociedad. «La película es solo un pretexto para adentrarme en los barrios y hablar de temas que parecen tratarse solo en universidades y otros ámbitos. Y para que los jóvenes conozcan otras oportunidades», remarcó.

También aborda la visión de masculinidad que se tiene en esos ambientes y los estereotipos en torno a ella. En ese sentido, manifestó que el rol protagónico fue asumido por Felipe Ramírez, un joven de apariencia andrógina, quien no tuvo un casting formal, sino que el director lo vio bailando break-dance, y enseguida reconoció en él al actor «natural» que buscaba.

Esta es otra de las particularidades de Un varón: el elenco está compuesto en su mayoría por artistas no profesionales, para quienes fue esa su primera vez frente a la cámara, y en la cual  tuvieron la posibilidad de usar un lenguaje propio, pues en palabras de Fabián Hernández, el guion no constituyó una camisa de fuerza, sino que el proceso de producción fue «una retroalimentación interesante».

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Inocencio dijo:

1

6 de diciembre de 2022

10:26:09


Interesante firme, en nuestras calles, en los repartos, barrio adentro, ocurren estas cosas. Con los "códigos del ambiente" y cada vez son más los niños y jóvenes que reproducen esos patrones de comportamientos, pues en muchos casos los primeros desviados son los padres y demás familiares, así los del CDR y otros factores son también gentes del "ambiente".Al parecer nadie ve eso, y nada se hace.