ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Pablo, en el concierto de la Ciudad Deportiva. Foto: Ariel Cecilio Lemus

Si alguien en nuestra tierra y época encarnó de arriba abajo, del antes al después, de la raíz al vuelo, la esencia del trovador, fue Pablo Milanés. Desde su inicio le asistió el genio de los antiguos aedas y los venerables griots africanos; borró las diferencias entre la exclusividad de los troubadours provenzales y la savia popular de los juglares; bebió de todos los tiempos y de todas las fuentes, hasta habitar su tiempo y ser él mismo una fuente.

Esa certeza la tuvo el cineasta Manuel Octavio Gómez cuando lo filmó en medio de las calles polvorientas y los techos escaldados de una villa colonial; trovador en nacimiento, personaje simbólico en La primera carga al machete.

Pero todo venía de atrás, de las serenatas y guarachas que le arroparon al nacer en Bayamo el 24 de febrero de 1943 (la fecha no es un dato fortuito), de los sonidos habaneros a los que se aproximó en los años 50, de la convivencia e inserción en una vida nocturna en la que cohabitaban los aires de la vieja trova tradicional, la transición del filin, la descarga a lo cubano, las rumbas ancestrales y un saludable toma y daca con el jazz y el blues. También tuvo oído para asimilar las bases de la música occidental de los últimos siglos, de ahí que su linaje se enriqueciera con la herencia de Bach, Monteverdi y Pergolesi.

Este es el perfil de un Pablo Milanés que supo ser hombre puente en los primeros años de la década de los 60, trovador abierto y propositivo, prodigio de las noches en las que figuró con el Cuarteto del Rey o en las descargas de Luis García y Maggie Prior, y autor de composiciones que revelarían, desde entonces, lo lejos de su talante como Y ya ves… y Mis 22 años.

Sobre esta última se ha insistido en su condición de enlace entre una antigua y nueva forma de trovar. Indudablemente a esa percepción contribuyó su intérprete Elena Burke, quien por cierto mucho tiempo después confesó a los amigos poetas Sigfredo Ariel y Arístides Vega Chapú que su artista favorito era Pablo Milanés.

Mas, si se revisa la producción de Pablo de aquellos años es posible descubrir muchas otras anticipaciones. O sea, Pablo era, inequívocamente, tal como lo ha dicho en más de una ocasión el poeta Miguel Barnet, hombre puente entre todas las trovas, las anteriores y las por venir. Y de ello se dio y dieron cuenta el propio trovador y quienes le acompañaron en el fecundo nicho de la Casa de las Américas de Haydée; de ahí que su pertenencia a la Nueva Trova, que aún no se llamaba así, fuera un hecho natural como su cercanía artística a Silvio, Noel, Vicente y al resto de los fundadores.

Sin lugar a duda, la estancia de 1969 a 1976, en el Grupo de Experimentación Sonora del Icaic (GES), dirigido por Leo Brouwer, fortaleció aún más sus herramientas expresivas. Es significativo que algunos de los miembros del GES constituirían el núcleo del grupo que acompañaría a Pablo en los años inmediatos.

La internacionalización de la obra de Pablo no se hizo esperar; muchos identificaban su obra con los procesos sociales y políticos que tenían lugar en América Latina y el Caribe, incluso también en España, por aquellas fechas. Los conciertos de Silvio y Pablo en Argentina, apenas restaurada la democracia, se recuerdan como un hito memorable en la cultura del continente.

Poesía, alcance social y espíritu emancipador formaban parte desde hacía mucho tiempo del impulso creador del artista. No debe olvidarse la música que puso a unos versos de Félix Pita Rodríguez, en homenaje a la lucha del pueblo vietnamita en 1967, y el modo tan sensible con que retomó la imagen cardinal de un poema de Miguel Barnet para cantar al Che Guevara.

Para muchos cubanos, Pablo es y será inseparable de la dimensión épica de piezas como Canción por la unidad latinoamericana (Bolívar lanzó una estrella que junto Martí brilló.), Amo esta Isla, Yo me quedo, pero también la memoria de esos y otros muchos cubanos estará impregnada para siempre con las melodías y los versos desgarrados de Años, las maneras desprejuiciadas de asumir el amor en El breve espacio en que no estás y El pecado original; y, en fin, las maneras de amar para siempre eternizadas en Yolanda, Para vivir y Comienzo y final de una verde mañana.

Pablo es, sencillamente, imprescindible. Los cubanos que asistimos este 2022 a su último concierto en la Ciudad Deportiva supimos que flotaba una atmósfera de despedida; pero, al mismo tiempo, la certidumbre de que su música nunca sería vana. Lo que cantó allí y lo que seguirá cantando pudiera titularse como el disco que firmó con Miguel Núñez, Flores del futuro. Porque en el futuro, en nuestro futuro, en nuestra cultura, en nuestra conciencia y sensibilidad, ese es el Pablo que permanecerá, el de los encuentros por encima de cualquier desencuentro, el de la cubanía más rotunda y visceral. Dígase Pablo y se habrá dicho trovador.

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Mario hector almeida Alfonso dijo:

1

23 de noviembre de 2022

11:36:18


Muy hermoso ese texto, Pablo es sencillamente Pablo. Gracias por esas letras cargadas de sentimiento.

Miguel Burgos dijo:

2

23 de noviembre de 2022

13:10:33


No debiera acaso el gobierno cubano darle a Pablo el respeto que se merece, y reclamar su presencia ahora fisica en la isla que tanto amo? Como Pablo ha de quedarse en España, si pablo era cuba entera!!

Carol Respondió:


24 de noviembre de 2022

23:42:20

Ese fue el deseo de él y su familia.Quizás más adelante traigan sus cenizas pero alla e España está su esposa e hijos pequeños.

Benny More dijo:

3

23 de noviembre de 2022

20:31:30


Pedro excelente comentario. Y el último párrafo es un epitafio para la historia. Espero que algún que otro arribista de último minuto que ni tan siquiera son cubanos se frenen a la hora de juzgar y condenar lo que solo pertenece hacer a los cubanos.

Francisco Mela dijo:

4

24 de noviembre de 2022

09:20:46


Con la pérdida de Pablo y la exactitud de sus palabras no hago nada más que llorar Gracias

Francisco Mela dijo:

5

24 de noviembre de 2022

09:21:50


Gracias hermano Pedro aquí Francisco Mela

Monica dijo:

6

24 de noviembre de 2022

19:37:04


Gran perdida, el fallecimiento de Pablo Milanés,su música nos acompañó en los primeros años de exilio cuando la nostalgia nos consumía ……gracias por tu música vivirás siempre en nuestros recuedos

Antonio Mateo González Deniz dijo:

7

26 de noviembre de 2022

23:25:44


Que bueno q es cubano pues no sé encuentran muchos como el ,mi favorita "El breve espacio en q no estás" gloria a PABLO Milanes

Tania menendez castillo dijo:

8

27 de noviembre de 2022

05:22:45


Es el análisis q me faltaba pq Pablo para mí no fue un simple trovador o cantautor porque la letra y música de sus canciones eran muy hermosas y sentimentales y nos identificaban como si fueran propias.

Tania menendez castillo dijo:

9

27 de noviembre de 2022

05:23:23


Muy buen comentario y análisis