
En todos los ámbitos donde la Aragón de Cuba se reverencia como la charanga eterna, causó conmoción esta semana la muerte, en La Habana, a los 64 años de edad, del cantante Ernesto Bacallao.
La propia orquesta difundió la nota luctuosa en su página oficial: «Con tristeza y pesar despedimos a un ícono de nuestra agrupación. Ernesto Bacallao, cantante y fiel defensor del sello sonoro aragonero ha partido. Descansa en paz».
En efecto, Ernesto fue durante casi tres décadas uno de los pilares de la sustentación del timbre singularísimo que caracterizó la textura vocal de una orquesta que honra el patrimonio musical de la nación cubana.
Rafaelito Lay, director de la charanga y comprometido desde que tomó las riendas del colectivo con mantener intacta la línea estilística consolidada por su padre, el inolvidable Rafael Lay Apesteguía, sumó a Ernesto a la orquesta en 1993.
A este no le era ajeno el ejercicio vocal aragonero, que le venía de su progenitor, Rafael Bacallao, Felo, uno de los más carismáticos cantantes charangueros, también recordado por sus pasillos escobillados, desde que se incorporó al colectivo en febrero de 1959 e hizo equipo con Pepe Olmos y el propio Lay.










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Victor M Aguirre dijo:
1
25 de agosto de 2022
07:20:22
Haskell Armenteros dijo:
2
25 de agosto de 2022
12:37:45
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