CAMAGÜEY.–Para alguien que haya dedicado su vida profesional a hurgar en nuestras raíces culturales ancestrales y defenderlas de toda contaminación, los tiempos que corren, no por convulsos, dejan de ser propicios también para la creación artística auténtica, sin concesiones bochornosas y de principios.
Esa línea conductual, que rebasa ya las cuatro décadas marcadas por el rigor, la ética y la calidad, fue tenida en cuenta por la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey para concederle al maestro Reinaldo Echemendía Estrada el Reconocimiento Especial Patrimonio Vivo.
«Estamos en presencia de uno de los hacedores de la cultura», precisó el director de la institución, José Rodríguez Barreras, tras aclarar que ninguna síntesis es capaz de aquilatar ni recoger con veracidad absoluta su papel en la promoción de prácticas y saberes para salvaguardar las herencias culturales de la nación.
«Cuando pase el tiempo –comentó el directivo– será muy difícil hablar de la cultura popular tradicional camagüeyana y de todo lo que se ha hecho en los últimos años sin que se deje de mencionar al maestro Echemendía, quien ha defendido en lo personal, lo sentimental y lo profesional, esas raíces que nos identifican».
Su rica hoja de servicios a la cultura nacional lo ubica, en distintos momentos, como fundador de la Escuela Vocacional de Arte Luis Casas Romero, profesor de clarinete en el Conservatorio de Música José White y en funciones de director de la Banda de Música y de la Orquesta Sinfónica de Camagüey.
Reconocidos han sido igualmente sus aportes como compositor, arreglista e investigador, en estrecha colaboración con el Centro de Estudios Nicolás Guillén y la filial agramontina de la Universidad de las Artes, entre otras instituciones, para revitalizar muchas de las expresiones de la cultura popular tradicional.
Desde 1991 (el 12 de septiembre cumplirá 30 años) dirige el Ballet Folclórico de Camagüey, agrupación músico-danzaria que representa el colorido, el ritmo y la alegría de un pueblo cargado de tradiciones africanas e hispanas, con el matiz del Caribe, para conformar un producto cubano de proyección universal.
Al recibir el reconocimiento especial Patrimonio Vivo, el maestro Echemendía agradeció la posibilidad que ha tenido de convertir en arte y en proyección popular, todo lo que le ha brindado una historia de más de 500 años y un pueblo que todavía tiene muchas cosas que contar, desde la cultura.
COMENTAR
Responder comentario