ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Queen en momentos de gloria. fotograma del filme Foto: Fotograma de la Película

Estoy seguro de que la proyección, en el espacio de los lunes reservado a los documentales por el Canal Clave, del filme en dos partes Queen: Days of our lives, producido por la BBC en 2011 y dirigido por Matt O’ Casey, concitó la mirada de los televidentes aficionados al rock y, en especial, los que entre nosotros se inclinan fervorosamente ante el recuerdo mítico de la figura principal de la agrupación británica, Freddie Mercury.

Más de una vez, en fechas recientes, Mercury ha ocupado un lugar en la pantalla doméstica y las salas cubanas de cine. Además de su presencia en emisiones de A capella,  De la gran escena y otros programas televisuales, la exhibición, no muy lejana, en uno y otro ámbito, del filme Bohemian Rhapsody: La historia de Freddie Mercury, de Bryan Singer, así como de la grabación del homenaje que sus colegas le tributaron en el estadio de Wembley, en una sala del Multicine Infanta, movilizaron a sus seguidores en la Isla. Cuenta, además, la recordada puesta en escena del monólogo  Freddie, de Abilio Estévez, en el teatro.

Queen: Days of our lives ofreció profusa y valiosa información sobre la trayectoria del grupo, desde su fundación a inicios de los 70, hasta la repercusión que tuvo la muerte de Mercury. El seguimiento ordenado de grabaciones en estudio, presentaciones en vivo, y giras internacionales permite una visión cronológica, puntualmente comentada por dos de los principales implicados: el guitarrista Brian May y el baterista Roger Taylor –John Deacon, el bajista, pasa fugazmente pues no colaboró con la filmación–, el representante Jim Beach, algunos de los miembros del equipo de producción y unos pocos periodistas que estuvieron en su momento a favor y en contra de Queen.

Pinceladas interesantes, insuficientemente acotadas, fueron las que se refirieron a las giras por la Sudamérica del Plan Cóndor y el viaje a la Sudáfrica del apartheid, que les valieron la repulsa de la comunidad internacional, ahora admitida, sin demasiado arrepentimiento, por May. Interesan más otras aristas; el sensacionalismo de los tabloides ingleses y la censura ridícula de los capos de la plataforma mtv de Estados Unidos. Están los hitos que hicieron historia, en particular, la concepción de Bohemian Rhapsody en 1975, imprescindible estación de máxima creatividad en la saga del rock, y la enfebrecida entrega de Mercury cuando se sabía condenado a morir.

Al final, el telespectador agradece y dice: aquí tengo a Queen de punta a cabo, tal como fue y como debe quedar en la memoria. Pero si es un telespectador crítico también dirá: esta es solo una parte de la historia de Queen, la de su relación con el mercado, con los altibajos de la industria, la de las posiciones en las listas de éxito en Gran Bretaña y Estados Unidos, la de la búsqueda de la rentabilidad a toda costa. De evolución estética nada se habla, del legado en términos reales, del significado de Queen para la música del siglo XX y su gravitación sobre lo que ha venido sucediendo en el XXI. Después de todo, el documental no puede escapar de la telaraña de la lógica del mercado.  

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Lucía dijo:

1

2 de diciembre de 2020

09:53:55


De acuerdo cien por ciento con este comentario. Pienso de igual manera, no recoge la huella dejada por este grupo para todos los tiempos.

Nilce Medina dijo:

2

3 de diciembre de 2020

22:27:59


Se necesita más que dar a conocer. El antes y después de Queen. La versatilidad del Rock interviniendo otros géneros musicales.