Matanzas.-La revista Matanzas, de la casa editorial de igual nombre, dedica su último número al centenario de Eliseo Diego, el gran poeta cubano, habanero, que parecía vinculado a los embrujos de esta ciudad, la cual visitaba con cualquier pretexto.
Para Eliseo, viajar a Matanzas siempre fue una fiesta, asegura el poeta y ensayista Alfredo Zaldívar en el preámbulo de la publicación, en homenaje a quien mereciera el Premio Nacional de Literatura.
La revista matancera extiende sus brazos para honrar al autor de En la calzada de Jesús del Monte, y se apoya en ensayos, artículos, cartas, poemas, reseñas, cuentos y entrevistas de varios estudiosos de su obra, no para idealizarlo sino para ofrecer una noción del sentido de la vida para esta figura insigne de las letras cubanas.
Zaldívar estima de mucha valía la participación de sus hijos Constante (Rapi) Diego, Eliseo Alberto (Lichi) y Josefina (Fefé) en la conformación de este número, y manifiesta que «a cien años de su alumbramiento, vivimos, queremos seguir viviendo en el roce inocente de su luz, de esa que cada vez nos ilumina con más intensidad».
Con razón afirma que Eliseo «fue de los primeros en leer en los ya míticos Miércoles de Poesía», y que estuvo incontables veces en la Ciudad de los Puentes como jurado de concursos de talleres literarios y en otros certámenes organizados por la UNEAC y la Biblioteca Gener y Del Monte.
Singular fue su relación con Ediciones Vigía y, junto a Fina García Marruz y Cintio Vitier, defendió siempre estas ediciones, reconoció Zaldívar, tras destacar que Eliseo tuvo gran influencia en los jóvenes escritores y se acercó a ellos sin paternalismo.
Todos se sentían identificados con él, quizá porque su obra era muy comunicativa y encontraba poesía en las cosas más comunes, señaló.
Este número de la revista Matanzas cierra con el recuento de una entrevista realizada a Eliseo Diego en 1977, durante la primera Semana de la Cultura realizada en el balneario de Varadero, ocasión en la que los entonces jóvenes escritores Arturo Arango, Alex Fleites y Víctor Rodríguez Núñez se las ingeniaron para dialogar con el afamado poeta.
De aquella conversación de varias horas, calificada por Alex Fleites como «de sobremesa», apenas pudo salvarse una pequeña parte publicada en el suplemento Yumurí, del periódico Girón.
En el fragmento rescatado llama la atención la respuesta del poeta cuando aquellos «aventureros» le preguntaron qué había sido para él la Revolución.
«Antes de la Revolución yo casi no existía, era una especie de esbozo, y prácticamente nosotros éramos nuestros propios lectores. En Cuba, hacer poesía en mi juventud no tenía resonancia de ningún tipo, una especie de heroísmo en el vacío… la Revolución lo que me dio fue realidad».
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