ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Archivo de Granma

Todo cubano debe honrar el legado de Gonzalo Roig, de quien este 20 de julio conmemoramos el aniversario 130 de su nacimiento. Al hacerlo se honrará a sí mismo, pues cobrará conciencia de las raíces de su cultura y de valores sentimentales arraigados en su idiosincrasia.

Es lo que sucede cuando se escuchan cualquiera de los pasajes de la zarzuela Cecilia Valdés o en tertulias familiares se entona Quiéreme mucho. Roig supo penetrar y devolver a los suyos la plenitud del alma cubana con un peculiar modo de decir, que se empata con el discurso romántico nacionalista cultivado en el siglo xix con Manuel Saumell, Nicolás Ruiz Espadero, Ignacio Cervantes y José White y en el tiempo que le tocó vivir con Ernesto Lecuona, Eduardo Sánchez de Fuentes, Jorge Anckermann, los hermanos Grenet y Rodrigo Prats, entre otros.

Fue Roig un músico completo, esforzado en su formación y de talante emprendedor, como lo probó al ponerse al frente de varias orquestas, entre estas la Sinfónica de La Habana, en 1922, y la Banda Municipal de la capital, devenida Banda Nacional de Conciertos, podio que solo dejó con su muerte, el 13 de junio de 1970.

Por cierto, la Sinfónica presentó en su velada inaugural a Ernesto Lecuona como solista en el Concierto para piano y orquesta, de Saint Saens. Al comentar una de sus entregas, Alejo Carpentier apuntó: «Hay que felicitar a esta entidad musical porque nos ha presentado esta vez un programa lleno de seriedad, con el cual un gusto depurado no podría resentirse de ninguna desagradable promiscuidad de caracteres o géneros musicales».

Por más de cinco años, a inicios de la década del 30, compartió con Agustín Rodríguez la dirección de la compañía del teatro Martí. Allí estrenó, en 1932, Cecilia Valdés. No fue esta su única zarzuela, pero sí la más lograda, la que sintetizó la plenitud de la criollez de un género de origen español. Justicia se hizo al nombrar Gonzalo Roig el Teatro Lírico Nacional de Cuba.

Me gustaría en esta breve nota destacar una faceta poco reconocida de Roig: la dirección musical de puestas en escena de óperas para la televisión en los años inmediatamente posteriores al triunfo revolucionario de 1959. Obras de Verdi, Donizetti, Puccini, Gounod, Mozart y Leoncavallo se transmitieron en vivo, desde los estudios de la tv, con cantantes cubanos y la orquesta dirigida por Roig. Una hazaña que debe constituir una referencia para los tiempos actuales.

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pjmelian dijo:

1

21 de julio de 2020

12:34:17


GONZALO ROIG, UNO DE NUESTROS GRANDES COMPOSITORES. p.s.- Una nota curiosa contada por las propia Blanquita Becerra, el afamado '' Quiéreme mucho '' surge a empujones pues Blanquita necesitaba un número final para concluir la obra lírica que iban a estrenar y prácticamente forzó a Roig a escribirla y así se produjo una de las creaciones más famosas de Roig.