El presidente Donald Trump y Mike Ponce, vicepresidente y guía de la estrategia gubernamental contra la Covid-19 en ese país por nombramiento del propio mandatario, desestiman el uso del nasobuco en tiempos de pandemia, donde ha quedado claro que su imperio no es inmune al nuevo coronavirus, sino que ha pasado a ser la nación más afectada, confirmando hasta la fecha más de medio millón de casos positivos y ya se precipita sobre las 100 000 muertes.
A principios de este mes, Mike Ponce, visitó el hospital de Rochester en Minnesota, sin protección, afirmando que su actitud se debe a que había dado negativo a la prueba. Eso sí, a los directivos que lo recibieron los saludó con el codo.
Por otra parte, alrededor de esa fecha, el promotor de inyectar desinfectante a los contagiados y usar bufandas en lugar de nasobucos, visitó desprotegido una fábrica de mascarillas N 95, las recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para tratar con los pacientes infectados, pues cuentan con un filtro de partículas. «Casualmente», a la llegada de Trump a esa institución en Phoenix, Arizona, se escuchaba en los altavoces el tema Live and let die (Vive y deja morir), original de Paul McCarthey y en versión de la legendaria banda Guns N’ Roses para su álbum Use Your Illusion I.
Tras la visita, el reconocido grupo de veteranos del rock, comenzó la promoción en sus redes sociales de una camiseta con el texto: Live N’ Let Die with Covid-45, en alusión a lo ocurrido y a Trump como el cuadragésimo quinto presidente de los Estados Unidos.
Las playeras, a la venta desde el pasado miércoles, se repartirán a partir del 10 de junio y las ganancias serán donadas a MusiCare, organización benéfica que apoya a miembros de la comunidad musical afectados por la pandemia.
Según el diario El País, esta no es la primera vez que la banda muestra su desacuerdo con el gobierno del líder republicano, pues en 2016 durante un concierto, el grupo invitó al público al escenario para golpear una piñata que mostraba la figura de Trump. Más recientemente, en este 2020 –asegura el medio español- que Axl Rose, vocalista del grupo, recibió el año con una gorra azul, color de los demócratas y donde se podía leer: Make the White House great again, parodiando la campaña presidencial del mandatario.
Trump, quien asegurase hace pocos meses que la Covid-19 no es más que un catarro común, en lugar de direccionar sus gestiones gubernamentales en función de disminuir el azote del nuevo coronavirus sobre su pueblo, se ha encargado de promover campañas en torno a teorías descabelladas sobre el origen de la pandemia, acusar a la OMS de estar al servicio de China, recrudecer el bloqueo contra varias naciones, impedir la llegada de ayudas humanitarias a determinados países y pasearse públicamente sin ningún tipo de protección sanitaria, porque la policial no le falta.
Si Live and let die se escuchó a su llegada por coincidencia o de manera preconcebida, no debe constituir motivo de desvelo para el republicano ultraconservador. Ahora bien, que como otros tantos artistas, la popular banda haya aprovechado el suceso para denunciar desde el arte las aberraciones de Trump, eso sí debería quitarle el sueño a quienes no han hecho nada para impedir que el nuevo coronavirus le quite la vida a millones de personas.










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