Dos grandes de las letras latinoamericanas nos han dicho adiós: el chileno Luis Sepúlveda, de 70 años, a causa de la covid-19, y el brasileño Rubem Fonseca, de 94, debido a un infarto.
Considerado un fenómeno editorial internacional, a juzgar por haber firmado más de 20 novelas y haber sido traducido también a igual número de lenguas, Sepúlveda, también periodista y cineasta, se destacó por el compromiso político. Desde muy joven fue militante de las Juventudes Comunistas de Chile, y después de una fracción del Partido Socialista llamada Ejército de Liberación Nacional. De sí mismo decía que había nacido profundamente rojo. Por su intachable postura fue detenido tras el golpe de Estado a Salvador Allende, y después de haber cumplido prisión por más de dos años, partió a Argentina, Uruguay y Brasil. También lo cobijaron Paraguay, Bolivia, Perú y Ecuador, donde integraría la Brigada Internacional Simón Bolívar, para con ella partir rumbo a Nicaragua y servir a la Revolución Sandinista. Después del triunfo iría a Alemania, donde ejercería el periodismo.
Entre sus obras destaca Un viejo que leía novelas de amor, e Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar, por solo citar dos títulos. Obras suyas han sido llevadas a la pantalla grande. Enfermó de coronavirus en febrero, en Asturias, al regreso del festival literario Correntes d'Escritas en Póvoa de Varzim, Portugal, y falleció este jueves en el Hospital Universitario Central de Asturias (huca).
Por otra parte, en Brasil, el destacado escritor y guionista de cine Rubem Fonseca, autor de Agosto, novela que pinta la realidad crudísima de Río de Janeiro, escenario de atentados y luchas vergonzosas por el poder – y que fuera publicada en Cuba por la editorial Arte y Literatura, en 1990– falleció este miércoles, después de sentirse mal y ser trasladado al hospital.
Con la muerte de Fonseca, pierden las letras brasileñas a un autor multipremiado, merecedor, entre tantos lauros, del premio Camoes, el más importante en lengua portuguesa, y el Juan Rulfo (México), por la calidad de su obra.
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