Camagüey.–Avalada por una sólida e ininterrumpida labor de tres décadas al servicio de la cultura, la Editorial Ácana asiste a la edición 29 de la Feria del Libro con una veintena de títulos, que abarcan desde el ensayo, la poesía y la novela hasta la literatura infantil y los textos especializados en temas de salud.
No ajena a los problemas tecnológicos y de insumos que afectan hoy al sistema de ediciones territoriales, la producción de Ácana (unos 20 000 ejemplares) y su catálogo de escritores crecen de año en año, con la publicación de obras imprescindibles que se distinguen, además, por la calidad del diseño y la composición.
Surgida en julio de 1990, mes en el que coincide el nacimiento (día 10) y la muerte (día 16) del Poeta Nacional Nicolás Guillén, la casa editorial asumió el nombre de uno de sus poemas, como acto premonitorio de contar con un recio horcón para sobreponerse a los malos augurios de un decenio que se anunciaba tormentoso.
«No es hasta el año siguiente, recuerda el poeta y narrador Alejandro González Bermúdez, que aparece la primera publicación: un plaquette que con el nombre Premios de la ciudad agrupó a las obras literarias galardonadas ese año en la provincia. Desde entonces y hasta 1999 no pasaron de 25 los títulos editados».
Con el fin de siglo llegó a las provincias la época de las máquinas impresoras Riso y con ellas el establecimiento en Cuba de un Sistema de Ediciones Territoriales (set), que marcó un hito en el mundo editorial cubano, en especial para bien de los escritores y de los millones de amantes de la lectura.
«El 13 de agosto de 2000, precisa González Bermúdez, fundador del set, eran presentadas de manera simultánea en todo el país las primeras obras, honor que en el caso de Camagüey correspondió a Minifauna, de Rosendo Delgado; Cuaderno de Aliosha, de Roberto Méndez; y Friso de la vida, de Gustavo Pérez».
A partir de esa fecha significativa, el catálogo creció hasta rebasar los 230 autores cubanos y extranjeros, con una producción de alrededor de 400 obras publicadas en alguna de las siete colecciones de la Editorial, todo un reto a la profesionalidad y la entrega del equipo de trabajo de la institución.
El desempeño colectivo lo conduce Evelin Queipo Balbuena, considerada una de las escritoras jóvenes más reconocidas del panorama literario nacional.
«Ácana, ha escrito el investigador y crítico de cine Juan Antonio García Borrero, ha sido mucho más que una casa editorial, pues como autor ha propiciado la cercanía de los lectores. El hecho de que tenga su sede en una provincia podría sugerir cierto aire de provincianismo: nada más alejado de la verdad.
«No pocos de los textos publicados por ese sello, agrega el creador del blog Cine cubano, la pupila insomne, tienen garantizada su trascendencia, gracias al talento de sus autores y también a la exigencia de editores y directivos, quienes han sabido armar un catálogo diverso que cubre un amplio espectro de intereses».
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