La sala teatro del Edifico de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes acogió recientemente el concierto del destacado guitarrista, cantante, arreglista y compositor Ernesto Blanco, quien celebró sus 10 años de carrera en solitario con su banda.
Para festejar el importante acontecimiento en su carrera profesional, que ya se acerca a los 20 años, el artista se hizo acompañar de Jorgito Kamankola, Adrián Berazaín, su hermano David, La Reyna y la Real, y los integrantes de las bandas noveles FoXxy y Kill the Party.
La respuesta del público, por cierto bastante numeroso para haber sido un día entre semana, fue asombrosa, especialmente, por la cantidad de jóvenes seguidores del cantante que allí se dieron cita. Ernesto repasó temas de sus tres discos: Kilómetro cero (2009) y Abre todas las puertas (2013), ambos de Bis Music y Un viajero más (2018), de la Egrem, pero especialmente de este último, el cual considera que ha sido –hasta el momento- el mejor de sus discos publicados.
Un Ernesto Blanco diferente se presentó ante el público, un músico más completo y maduro, que a pesar del nerviosismo experimentado, se adueñó del escenario con total seguridad en lo que hacía y con el acompañamiento de una banda mucho más consolidada y «engrasada». Esto le permitió moverse con mucha más fuerza y darlo todo en cada uno de los temas ejecutados, en especial, aquellos donde la guitarra se llevó todo el protagonismo y puso a prueba su talento en la ejecución de un instrumento donde ya logra espectaculares ejecuciones y en el que con seguridad, en un futuro no lejano, sentará pautas.
Temas como Rebelión, Voy detrás de ti, Tú y yo o You me two one, elevaron la temperatura de la noche e hicieron bailar desde sus asientos a muchos de los presentes, quienes no dejaban de corear temas conocidos de Ernesto. Un viajero más, obra que le da título a su tercer volumen y Pura adrenalida, junto a su hermano David, con un nuevo arreglo, llevaron a los presentes hasta un agradable estado de éxtasis emocional.
Y como regalo a quienes le acompañaron en este su primer concierto personal en diez años en el espacio de una sala importante de la capital, no faltaron los estrenos que incluirá en una próxima cuarta producción discográfica, entre ellos: Sigue rescatándome, con la colaboración de La Reyna y La Real.
El concierto fue indiscutiblemente una demostración de la renovación constante del artista en su universo musical donde ha bebido de la savia de muchos de los grandes, entre ellos, Steve Wonder o Freddy Mercuri y también de Síntésis, por solo citar tres ejemplos.
Y aunque el concierto tuvo una fuerte carga de música electrónica y de rock and roll, Ernesto no dejó de acercarnos a la música cubana, a sus raíces, esas por las que hoy estamos aquí y siempre estaremos.
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Vivian dijo:
1
3 de diciembre de 2019
20:13:35
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