El Papa Francisco se suma a las felicitaciones por los 500 años de La Habana

En el contexto de las celebraciones por el medio milenio de La Habana, el Papa Francisco, quien dice recordar con cariño a este «amado pueblo» desde su visita en 2015, envió un videomensaje donde enfatiza que «en 500 años de historia (…) hay entretejidas muchas vidas entregadas por lo demás, muchos sueños, esfuerzos, sacrificios compartidos para construir el presente y el futuro de los hijos de Cuba»

Francisco expresó su alegría al unirse a la celebración por el quinto centenario de la villa de San Cristóbal de La Habana al mismo tiempo que hizo hincapié en tres pilares históricos que han acompañado a la ciudad de su fundación y que hoy continúan presentes: la fe, la caridad y la esperanza. «La fe está en las raíces de la ciudad y las raíces sostienen la vida que se va gestando, las raíces nutren, las raíces ayudan a crecer, no olviden esas raíces, el testimonio de fe de vuestros antepasados», sentenció el sumo pontífice, la vez que recordaba que la celebración de la Santa Misa fue el acto fundacional de la ciudad.

Instó el Papa a dar amor, y darlo con ternura, con dedicación, en lo cotidiano, en la familia, entre los vecinos, en el trabajo, con todos y siempre, sin importar si uno piensa de una manera u otra. Con amor y concordia se fundamenta la unidad del pueblo cubano, señaló. Por último, enfatizó en que el jubileo que se celebra es motivo para renovar la esperanza, otro aspecto fundacional.  «Así como san Cristóbal llevaba y cargaba sobre sus hombros a sus hermanos, también entre ustedes por favor, sosténganse, ayúdense, anímense y sigan adelante sin desfallecer, siempre con la mirada en la meta… los pueblos tendrán dificultades, pero la unidad de un pueblo unido en la caridad en la esperanza de andar adelante eso ayuda a que el pueblo crezca fuerte», sentenció.

Concluyó Francisco pidiendo que dichos pilares, así como la alegría característica del cubano, se renueven y acrecienten. «Que Jesús los bendiga, bendiga a todo el pueblo cubano, que yo recuerdo con cariño cuando los visité: ¡Qué pueblo grande! Y que la Virgen, Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, los cuide. Y por favor, no se olviden de rezar por mí».