Ciego de Ávila.–Sin tiempo para el descanso, sin dejar de ofrecer lo más preciado: su arte, la compañía Teatro Primero, dirigida por Oliver de Jesús Hernández Jiménez, celebra los 30 años de creada.
Desde el pasado mes de enero celebran y regalan su arte con piezas como Próspero, poder y venganza, basada en La tempestad, de William Shakespeare, y La jaula, del cubano Agustín Quevedo. Y Pelusín del Monte ha retomado Alaroye, dedicada a los pequeños de la casa.
Sus actuaciones, por demás, llegan durante todo el año a centros laborales y escuelas de la capital avileña; giras por los municipios y áreas menos favorecidas de la provincia, sin dejar de participar en el Festival del Monólogo Latinoamericano y en el Premio Terry, de Cienfuegos.
Entre Molinos de Cuentos, otras de sus creaciones, defiende la narración oral y transmite herencias culturales, quizás, la intención más sana de ser cada vez más popular y estar al alcance de todos.
Si una idea pone sobre el tapiz, lo mismo en el teatro, una plaza, o en el lugar más recóndito de la geografía nacional, es la de formar parte de los procesos creativos de niños, adolescentes en comunión con la familia.
Y eso se agradece porque Teatro Primero es pilar de la cultura avileña y tiene su propio público, a la vez que cautiva a otros, con esa mezcla de danza, teatro, poesía y buen hacer.


                        
                        
                        
                    







        
        
        
        
        

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