
Un sentido adiós al cuentista, poeta, director de cine, investigador literario, ensayista y economista venezolano Edmundo Aray, fue expresado ayer por amigos y personalidades del mundo cultural y político, entre ellos el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien al saber la triste noticia, transmitió en su cuenta de Twitter un «Sentido abrazo y condolencias a los familiares del amigo de Cuba», que fuera Director de la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños (EICTV).
En disímiles medios y redes sociales fue reverenciado el notable intelectual –fundador en 1974 del Comité de Cineastas de América Latina– fallecido en Mérida, Venezuela, a la edad de 83 años.
En un texto de la EICTV, la cual lo nombra «padre de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano», se lee: «Edmundo Aray nos deja habiendo (…) creado un cine propio, impulsando instituciones que apoyaban el arte y a los artistas, y, finalmente, ayudando a la consolidación de un discurso regional alternativo y nuestro (…). Desde esta isla: Gracias por la poesía, por la voz y por el cine».
El distinguido autor, que recibiría próximamente la Medalla Haydée Santamaría, del Consejo de Estado de Cuba, a propuesta de la Casa de las Américas, y en cuya institución, en condición de jurado, participaría en su Premio literario, firmó obras, entre otras, como Alias el Rey del Joropo (1997); Bolívar, de San Jacinto a Santa Marta; Manuela Sáez, esa soy yo (2000); Simón Rodríguez, ese soy yo (2000); José Martí, ese soy yo (2002) y Sucre, ese soy yo. Como cineasta mereció notables reconocimientos.
Connotado militante del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR), y estudioso del pensamiento martiano, Aray, en una ya distante entrevista, a la pregunta de cuál era su obsesión, respondió que era «el amor». Y en ella habló de su disfrute por la palabra y de la seducción poderosa que le provocaba el cine. Sobre el terror a la página en blanco, también dejó sus tajantes impresiones: «No hay mayor disfrute que cuando (…) está llena de letras, de caracteres, ese es el momento culminante».












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