Holguín– Siempre habrá que colocar el evento Memoria Nuestra como pieza fundamental del engranaje de sucesos que hacen de las Romerías de Mayo un componente de los esfuerzos constantes por defender y promover la cultura.
Una de las generosidades intelectuales de este espacio, a juicio de quienes están involucrados directamente en él, está en enriquecer la identidad nacional mediante investigaciones sobre hechos históricos acaecidos a nivel regional y presentar proyectos comunitarios protectores de valores endógenos, que a fin de cuentas son los que ensamblan la nación.
Afirma el profesor universitario Víctor Alejandro Aguilera que estas citas se distinguen de otras en las que confluyen estudiosos de los fenómenos socio-políticos, porque son los jóvenes quienes presentan sus proyectos e intereses investigativos con el propósito de revelar fenómenos no evaluados a fondo por motivos diversos y ayudar a entender las causas del comportamiento social y proponer soluciones.
Parte de la experiencia propia. Obtuvo el premio en investigación correspondiente al 2018. Lo logró al adentrarse en la vida cotidiana de un grupo de 57 personas de San Germán, municipio de Urbano Noris, quienes durante las misiones internacionalistas en África formaron parte de una batería antiaérea participante en las acciones combativas de Cassinga, en el Sur de Angola.
Que la batería estuviera formada por personas de ese poblado le daba una connotación especial para la localidad, pero lamentablemente a ese fenómeno no se le concedió allí por mucho tiempo la importancia que merecía. Por regla general, la recordación del suceso bélico en el que cayeron 9 compañeros de armas era asunto de los propios protagonistas sobrevivientes.
Hoy existe otra visión sobre aquel acontecimiento. Víctor se adentró en la vida cotidiana de ese grupo de personas, los presentó de carne y hueso en su contexto local, con defectos y virtudes, y ayudó a reconocer el rol que desempeñaron en la gran epopeya angolana.
También en el 2018 la joven Yailén Vallejo obtuvo el premio en proyecto comunitario. Desde la perspectiva sociocultural sugirió transformar la comunidad de San Antonio, ubicada frente a la bahía de Gibara y acosada por carencias materiales insuficientemente atendidas. La grandeza de la proposición estuvo en su sencillez: crear un espacio público para reuniones de los habitantes y organizar acciones para fortalecer la memoria histórica local y su identidad como asentamiento de pescadores.
El recuento de las investigaciones promovidas por el evento pone sobre el tapete otros ejemplos loables. Uno es el proyecto emprendido tiempo atrás por jóvenes habaneros para rescatar archivos de periódicos de épocas pasadas. La pasión por conservar fuentes de la historia de la capital cubana los inspiraba.
Memoria Nuestra, a la par que recuerda el camino recorrido, funda, principio que rige las Romerías de Mayo en sus cinco lustros.

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