Cuando hoy a las ocho y media de la noche suba el telón de la Sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, los amantes de la danza serán testigos de una función que por primera vez en el mundo reúne a 12 primeras figuras del ballet internacional.
La gala especial y única, coordinada por el Consejo Nacional de las Artes Escénicas de Cuba e Improvedance de Cincinnati, fue ideada por el bailarín de origen cubano Rodrigo Almarales, quien quiso traer la mejor representación danzaria del mundo para que “el público cubano la disfrutara”, según afirmó en intercambio con la prensa.
Hijo de figuras del Ballet Nacional de Cuba, Almarales, primer bailarín del Cincinnati Ballet y director general de la presentación, expresó que desde la primera vez que bailó en Cuba, en el 2014, añoró traer a estas grandes estrellas a la Isla.
“Cuba es lugar de referencia para la danza y el ballet mundiales y este teatro es un templo sagrado para el arte. Esta pequeña isla ha entrado en el consenso universal del ballet”, escribe en el programa de mano el bailarín que, además, asegura que sus más lejanos recuerdos de infancia están asociados al Coliseo de Prado, donde de niño veía a sus padres bailar.
Sobre los bailarines que se unen en este espectáculo bajo el nombre de Ballet Royalty, Almarales explicó que constituyen una parte de la realeza de esta manifestación, pero que el elenco no tiene la premisa de constituir una compañía permanente aun cuando desea, más adelante, llevar la experiencia a otros países.
Provenientes de Rusia, Alemania, Japón, Estados Unidos, Italia, Canadá y Cuba, dichas figuras encabezan los elencos del American Ballet Theater, el Boston Ballet, San Francisco Ballet y el Cincinnati Ballet en Estados Unidos; el Ballet Bolshoi, el Kírov y el Mijailovsky en Rusia; el Royal Ballet y el English National Ballet en Reino Unido; el Ballet Estatal de Berlín, el Ballet Nacional de Canadá y la Scala de Milán en Italia.
Ivan Vasiliev (quien se presentó en Cuba por última vez hace diez años), Iana Salenko, Mathew Golding, Rodrigo Almarales, Joseph Gatti, Daniil Simkin, Jurgita Dronina, Misa Kuranaga, Maria Kochetkova, Semyon Chudin, Carlo Di Lanno y la cubana Adiarys Almeida, primera bailarina del Cincinnati Ballet, interpretarán un programa combinado de piezas clásicas y contemporáneas, incluido el estreno mundial de Painting Greys, coreografía de Myles Thatcher, del Ballet de San Francisco.
Con una duración aproximada de dos horas, la función será transmitida de manera simultánea en una pantalla gigante en la calle San José, al costado del Gran Teatro, y el acceso a los asientos será de manera gratuita.
La gala, además, podrá ser vista vía Internet en alta definición en 16 países; y dentro de unos meses el programa Bravo de la Televisión Cubana emitirá la presentación exclusiva, con los derechos cedidos por Improvedance.
La presentación del Royalty será preámbulo del venidero 25 Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso, que tendrá lugar del 28 de octubre al 6 de noviembre de este año.
SOBRE LA VENTA DE ENTRADAS
Debido a la preocupación e inconformidad de algunos lectores por la venta de entradas para la función, que tuvo lugar el pasado martes en la taquilla del Gran Teatro, Granma interrogó al director de la institución, Leonardo Tur.
—¿Cómo fue la venta de las entradas y qué capacidad se destinó a la población?
—La venta se hizo de la manera acostumbrada. Sacamos al público la misma cantidad de asientos que habitualmente afectamos para las funciones del Ballet Nacional de Cuba. Se vendieron un total de 778 entradas para la población, 85 de ellas en CUC porque siempre destinamos una cantidad de asientos a la venta en esa moneda porque necesitamos generar divisa, para mantener el edificio.
“La sala García Lorca tiene una capacidad para 1 100 localidades. Entonces, el resto de los asientos que no se vendieron fue porque se destinó una parte al área de presidencia; otra a los asientos de cortesía para los bailarines, quienes tienen sus propios invitados; a los invitados del Consejo Nacional de las Artes Escénicas y, en este caso, vendimos también otra pequeña cantidad de asientos de forma diferenciada a personalidades de la cultura.
“Limitamos la venta a dos localidades por personas, precisamente para lograr que la mayor cantidad de gente posible pudiera comprar entradas.
“Normalmente nosotros nunca hacemos una función, se hacen dos o tres y por supuesto existen más posibilidades de asientos para el público”, explicó el directivo.
“Nunca, aunque saquemos todas las capacidades a la venta, el teatro va a alcanzar, es muy pequeño. Nunca vamos a satisfacer la demanda que genera una función como esta. Quizá un teatro como el Nacional o el Karl Marx fueran ideales en cuanto a la capacidad que acogen”.
PORQUÉ EN EL GRAN TEATRO DE LA HABANA ALICIA ALONSO
Ante esta duda hablamos con Noel Bonilla, especialista del Consejo Nacional de las Artes Escénicas.
“Una gala de esta naturaleza siempre se gesta a partir de teatros principales, que por lo general son de la tradición del teatro de ópera y ballet. El Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso es el teatro insignia y por eso fue el escenario escogido.
“Además es un teatro que viene de una recuperación prácticamente capital y es el que puede albergar con infraestructura lo que se merecen estas estrellas de talla internacional”, indicó el especialista.
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verguenza dijo:
1
20 de agosto de 2016
17:36:56
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