
Nicolás Dorr es mucho más que dramaturgo y novelista. Es también actor. Este sábado 16 de abril, a las 7:00 p.m., en la Casa del Alba, ofrecerá por primera y quizá única vez en Cuba una función de un unipersonal —que él mismo prefiere llamar recital dramático— que lleva por nombre Nicolás Dorr y otros personajes.
El autor, merecedor del Premio Nacional de Teatro en el 2014, con esta representación en escena de 17 de sus personajes celebra sus 55 años de vida artística. Inicialmente el espectáculo fue estrenado en 1994, en el Teatro de Repertorio Español de Manhattan, luego giró por varios países de América Latina pues, según explica Dorr, le gustó “la reacción que provocaba en la gente y la diversión que me creaba a mí, al mismo tiempo”.
“En Cuba no me atrevía a presentarlo, dice, pero ahora aprovechando el 55 aniversario de mi primera producción, Las pericas, y antes de que llegue a la senectud, he querido hacerlo como una despedida de mis finales de juventud.
“Más que un unipersonal yo le quiero llamar recital dramático, aunque yo no recito los personajes, me meto en ellos, los represento. Hay también una pantalla con escenas de Confesiones en el barrio chino, actuada por Rosita Fornés, y un momento para mí muy especial que es la canción tema de mi comedia musical Vivir en Santa Fe, que fue compuesta por Juan Formell y escenifico un poco la canción.
“No la voy a hacer en el escenario, sino en el salón de la Casa del Alba para tener un contacto más directo con el público”.
El debut del dramaturgo, a sus tempranos 15 años, lleva más de una celebración. El grupo Buscón también se suma a sus 55 años de vida teatral con la reposición de la obra Diálogos a media tinta, de la autoría de Dorr, que se presenta de martes a jueves a las 6:00 p.m., en el café teatro del complejo cultural Bertolt Brecht. Mientras, Teatro del Cuerpo Fusión presentará la primera versión para pantomima de Las pericas, en la sala Covarrubias a partir del 6 de mayo, bajo la dirección de Maritza Acosta.
Inmerso, además, en terminar su más reciente novela que llevará por título Del otro lado del río, Nicolás es un dramaturgo incansable. Un autor que, aun con más de cinco décadas de trabajo, todavía tiene esa necesidad imperiosa de comunicarse con la gente y decirles algo.
“Pareciera que 55 son muchos años, pero para mí, mi debut sucedió hace apenas unos días. Sigo teniendo la misma osadía e ingenuidad creadora que tenía a los 14 años y el mismo deseo de comunicarme con la gente, esa necesidad imperiosa que creo que tenemos todos los autores de decir algo interesante a partir de un refinamiento cultural, que hace mucha falta para que el público teatral cubano se engrandezca y se enaltezca a través del teatro, que también ayuda —como diría Martí— al mejoramiento humano”.












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ESPERANZA dijo:
1
18 de mayo de 2018
08:14:57
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