ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Barnet junto a los residentes actuales del Hogar del Veterano. Foto: Webuneac

La palma real donde solía recostarse Esteban Montejo permanece en­hiesta en el Hogar del Veterano de Diez de Octubre.

El hospicio acoge en la actualidad a 130 adultos con edades que van de los 70 a los 100 años, y aunque no hay entre ellos, por obvias ra­zones cronológicas, quien haya peleado en las guerras de independencia del siglo XIX, todos, también los médicos, enfermeras, asistentes y trabajadores,  sienten orgullo por el nombre de la institución. Porque para ellos la palabra veterano encierra valores éticos y patrióticos que se proponen le­gar a las nuevas generaciones.

Desde el último fin de semana dos imágenes de Esteban Montejo, captadas en su día por Genovevo Korda, escoltan la nueva bandera cubana que preside el vestíbulo del hogar. En una se le ve sonriendo con esa mezcla tan suya de picardía e inteligencia na­tural. En otra, cara a cara con Miguel Barnet. El poeta fue personalmente a entregar la enseña na­cional y los testimonios gráficos. Cin­cuenta años antes, Esteban Montejo entró en la historia de la literatura cubana y universal —ya era parte de esa otra historia de combate y redención es­crita por decenas de miles de compatriotas por la libertad de Cuba— con la publicación de Biografía de un cimarrón.

Barnet recordó haber encontrado a Montejo en 1963 luego de ad­vertir, en un diario habanero, que este, antes de sumarse a las filas del mambisado, había escapado de la dotación para alzarse en el monte. Domingo tras domingo acudió al Hogar del Veterano a dialogar con Montejo. Hablaron de las penurias del barracón y la libertad en la manigua, de los poderes de las plantas y la soledad, de los jefes mambises y la batalla de Mal Tiempo, de comidas y aparecidos, de amores y olvidos. De allí surgió un texto fundacional, mu­cho más que una convencional historia de vida. Porque, co­mo ha dicho el propio escritor de esta y otras obras de su cosecha, “es historiar la construcción de la vida cubana a partir de un discurso individual que se vuelve colectivo”.

Junto a Barnet compartió el en­cuentro en el Hogar del Veterano, el sociólogo Guillermo Grenier, promotor de la ruta Por los caminos del Cimarrón, que lo llevó a recorrer en la región central del país lugares relacionados con los avatares de Mo­n­tejo, desde su nacimiento en la en­fermería de un antiguo ingenio cercano a Sagua la Grande hasta los predios de Mal Tiempo, en el municipio cienfueguero de Cruces.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.