ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

La segunda jornada de la actual temporada de la Or­ques­ta Sinfónica Nacional, este do­min­go 31 de enero a las 11:00 a.m. en la sala Covarrubias, trae­rá al po­dio al chileno Maxi­miano Val­­dés, uno de los directores la­tinoamericanos de ma­yor presencia internacional en los últimos tiempos.

Para su presentación habanera seleccionó la Segunda sin­fonía, de Johannes Brahms, y Tres danzas, del argentino Al­berto Ginastera, y servirá al pianista Aldo López Gavilán en la ejecución de la Rhapsody in blue, de George Gershwin.

Luego de realizar estudios  en la Escuela Moderna de Mú­sica de Santiago y el Con­ser­va­torio de Santa Cecilia de Ro­ma, y recibir clases de conducción con Franco Ferrara  y Sergiu Ce­libidache, Valdés fue en 1976 director asistente del Tea­tro de la Fenice en Venecia y director invitado del Festival de Tangle­wood, donde trabajó con Leo­nard Bernstein y Seiji Oza­wa. En su especialidad conquistó va­rios premios: el Vittorio Gui, de Florencia; el Malko, de Co­penhague; y el de la Rupert Foun­dation, de Londres. En la ac­tualidad es titular de la Sin­fónica de Puerto Rico.

La temporada inició el pasado domingo con un programa dirigido por el maestro Jorge López Marín, que incluyó dos obras de su autoría: Canción sin palabras, para saxofón y or­questa, con una muy inspirada participación de Jorge Julio Gon­zález, y Tema pa­ra una mar­cha de es­­culturas, en la que explota los re­cursos de la variación.

Ofrendas de López Marín agradecidas por el público fueron las Danzas sinfónicas de West Side Story, de Bernstein, y Júpiter, de la suite Los planetas, del inglés Gustav Holst.

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