ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Fotograma de El camarón encantado. Foto: Desconocido

Treinta y tres títulos conforman en esta ocasión el concurso de animación del 37 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoa­meri­ca­no. El camarón encantado, versión animada del cuento versionado por José Martí para La edad de oro, llega desde Anima, Estudios de Animación de la provincia de Holguín, dirigido por Adrián López Morín, quien conversó con Granma acerca de este filme, el trabajo de Ani­ma y los retos de la animación en Cuba.

El camarón encantado había comenzado a producirse en La Habana y ya desde ese en­tonces se tenía la idea de que el personaje del camarón representara a Faustino Oramas, el Gua­ya­bero. Sobre esa base inicial, los animadores holguineros decidieron transformar la manera de contar la historia, sustituyeron la voz en off que narraba la trama por cuartetas, con el mismo doble sentido y la picardía que usaba el Guaya­bero, en las voces del grupo que lleva su nombre, y rehicieron la imagen del ca­marón.

El resultado es una simpática historia, con guion de Jesús Rubio, pero fiel a la idea original del cuento homónimo y que rinde homenaje, si se quiere, a esa figura emblemática de la mú­sica cubana que fue Faustino Oramas.

GÉNESIS DE UN PROYECTO

Graduado de la Facultad de Medios Audio­visuales del ISA (FAMCA), Adrián López Mo­rín venía trabajando desde el 2002 con un grupo de artistas plásticos y diseñadores para formar un proyecto que pudiera convertirse en lo que es Anima hoy.

“En Cuba tenemos un gigantesco problema, que solamente los animadores se forman bajo la necesidad de las instituciones, es por eso que quizá el mundo de creación de dibujos animados no sea el que deberíamos tener. Yo organicé un taller de dibujos animados en la Escuela Profesional de Artes Plásticas, donde formé el primer grupo de animación con el cual empecé a trabajar”.

“Como es lógico, al formar artistas plásticos profesionales para hacer animación, teníamos muy buena calidad plástica y no tan buena animación, pero visualmente sí era agradable”, contó.

Poco a poco, a pesar de la escasez de tecnología y de presupuesto, Anima comenzó a le­vantar un historial dentro de la animación cu­bana. Videos clips infantiles, dibujos animados y campañas de bien público los fueron posicionando dentro del audiovisual animado en la Isla. Pero una de sus obras cumbre es sin dudas Abdala.

“Esta obra de Martí la quisimos hacer re­creada en el entorno de los mayas, con elementos de la ciencia ficción, el ciberpunk, etc., los mismos códigos que tiene implícito el anime japonés en estos momentos: cultura futurista tecnológica, con un ambiente retro, donde el hé­roe se sacrifica. Tenía toda la parafernalia de una obra épica moderna”.

“Para ello nos basamos en la búsqueda de nuevos paradigmas. Elpidio Valdés, por ejemplo, se puede considerar el paradigma de una generación, pero tendríamos que preguntarnos hasta dónde llega en este momento. Es decir, sigue siendo un paradigma cubano, pero la producción de Elpidio Valdés sin Juan Pa­drón detrás, habría que ver hasta dónde puede llegar”.

“Y yo pienso que tiene que haber más don­de los jóvenes se puedan comparar. Tra­bajos que se salgan del didactismo, de la historia simple, muy a pesar de que esa historia sosa y simple pueda ser para un segmento etario”.

LOS RETOS DE LA ANIMACIÓN CUBANA

En tiempos donde muchos profesionales optan por ser independientes de las instituciones, Anima se ha convertido en una filial de los Estudios de Animación del Icaic. Además de la realización de dibujos animados, Anima está proponiendo sustentar esa producción con una unidad de mercadería: carteles, juguetes para armar, bolsas, etc., con la imagen de los animados que produzcan,  idea que tenían desde que presentaron el proyecto en el año 2008 y que en Cuba no termina de consolidarse como práctica común y que abarque todo el país.

Pero para continuar con la realización en esta nueva etapa, Adrián López y los demás animadores ya trabajan en una serie que llevará por título Cuentos turulatos, donde se na­rrarán historias divertidas y siempre con alguna enseñanza.

“Lo otro por lo que estamos apostando es por que se intenten reflejar los intereses particulares de cada región. O sea, en términos culturales Pinar del Río tiene un interés, Matanzas otro, y yo pienso que los gobiernos provinciales tienen presupuesto para apostar por su propia imagen”, dijo.

Muy pronto, Adrián comenzará una serie sobre la conspiración de Bayamo. Quiere contar el nacimiento de esa voluntad —explicó—, el nacimiento de la nación en pequeños capítulos, y la idea surge a partir de un encargo de la Oficina del Conservador de la ciudad de Baya­mo, por ejemplo.

“Hay que darle más oportunidades a los realizadores en las provincias, hay que buscar realizadores buenos para poder desarrollar esos productos, pero de la única manera en que se puede lograr es apoyándolos, no esperar a que emigren para La Habana”.

“En términos artísticos hay que potenciar el talento, hay que lograr que ese talento avance, unos irán más adelante, unos irán en equipo, otros de manera independiente, pero siempre saldrá ganando el animado”, concluyó Adrián.

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Rey dijo:

1

8 de diciembre de 2015

08:30:56


Interesante iniciativa,el tiempo pasa pero me siguen gustando los animados, espero que pronto pueda ver esta version del Camaron encantado.

YGT dijo:

2

8 de diciembre de 2015

11:40:47


muy bueno, quisiera poder disfrutarlo