CIENFUEGOS.- Las cenizas del Premio Nacional de Teatro Armando Suárez del Villar, fallecido el 17 de septiembre de 2012, fueron trasladadas este jueves desde el Cementerio de Colón, en la capital, hasta el de Reina, en su natal Cienfuegos, donde se encuentra la bóveda familiar.
El escritor Miguel Cañellas significó cómo “Armando deseaba volver a Cienfuegos. Muchas veces lo dijo y para nosotros es una gloria tenerlo acá. En él la cubanía volvió a ser teatro”.
Osvaldo Cano, decano de la Facultad de Teatro del Instituto Superior de Arte, subrayó que el fundador del Grupo Ateneo y del Centro Dramático de Las Villasfue “uno de los más importantes directores de la escena nacional en el siglo XX. Hoy somos testigos del viaje a la semilla de un hombre enorme, cienfueguero fiel, cubano universal y teatrista excepcional”.
Como parte del homenaje acaecido este jueves, en la Sala de Historia Yolanda Perdiguer del teatro Tomás Terry se inauguró la exposición fotográfica Maestro de vida, la cual muestra momentos de las piezas La hija de las flores o todos están locos (1973) y El Conde Alarcos (1974), dirigidas ambas por el prestigioso profesor de artes escénicas.
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