ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Woody Harrelson (izquierda) y Matthew McConaughey interpretan magistralmente a los personajes principales de la serie. Foto: El País

Antes de crear True Detective —sábados 10:00 p.m. por el Canal Edu­cativo como Verdadero detective—, Nic Pizzolato había sido bartender y profesor de literatura en la universidad, pero nunca había escrito una serie completa para la te­levisión. Apenas dos episodios de The Killing y la novela Galveston.
En el 2012, luego de propuestas de Netflix, FX y Showtime, la cadena HBO le contrata y encarga los ocho capítulos de la supuesta única en­trega de True Detective, que fue es­trenada finalmente en enero del 2014, con Matthew McConaughey y Woo­­dy Harrelson en los roles principales.

Contada en varias líneas de tiempo —1995-2002 y 2012, la actualidad para los dos personajes principales—, la serie narra la investigación que llevan a cabo los detectives Mar­tin Hart (Woody Harrelson) y Rus­tin Cohle (Matthew McConau­ghey) cuando encuentran el cuerpo de una mujer desnuda, con las ma­nos atadas a la espalda, símbolos en la piel y los ojos vendados. La caza de un asesino en serie que se extenderá por dieciséis años.

Pero sea dicho de una vez: True De­tective, como su nombre sugie­re, no es una clásica serie sobre crímenes e investigaciones policiales, aunque bastante tenga de todo ello. True Detective es una novela en ocho ca­pítulos de 60 minutos de duración. Literatura en su estado más puro y menos convencional.

Ambientada en la zona costera de Luisiana, la historia salta de los 90 al presente, donde Hart y Rustin son interrogados por separado por dos detectives que intentan descifrar qué pasó con el caso. De vuelta a 1995, Marty tiene que lidiar con su nuevo compañero, Rustin, un tipo oscuro, amargado, marcado por la muerte de su hija pequeña y por el pesimismo que pareciera regir su vida, como el ateísmo, con lo que molesta continuamente a Marty y a cuanto personaje religioso aparece en la serie. “¿Qué clase de ser divino puede ha­cer de la nada un alma, meterlo entre carne y huesos, y después mandarlo a este vertedero?”, le dice. Sobran los comentarios.

Y es en esta relación, en las conversaciones que sostienen ambos per­sonajes dentro del auto, donde transcurre realmente True De­tec­ti­ve. Fueron algunas de las cosas que hicieron, mientras se transmitía la se­rie, que tantos nos preguntáramos quién era Nic Pizzolato y dónde ha­bía estado todos estos años. La respuesta: fascinado con series como The wire, Los Soprano y Dead­wood, y siendo ignorado por las grandes cadenas de televisión.

Sin embargo, todo el mérito de la serie no descansa en el guion de Piz­zolato o la exquisita fotografía y la acertada dirección de Cary Fuku­na­ga. Las actuaciones en True De­tec­tive merecen un punto y aparte. Si bien Woody Harrelson acierta en la interpretación de su detective padre de familia y adúltero, es Matthew McConaughey quien sorprende con un Rust Cohle frío, perturbado, calculador, que roza los límites entre el héroe y el villano, y que parecie­ra querer —sin quererlo de veras—, justificar todo esto al sentenciar: “El mun­­do necesita hombres malos. So­mos los que mantenemos a raya a los otros hombres malos”. Aunque vale decir que ya McCo­nau­ghey ve­nía de impresionar a Holly­wood con sus pa­peles en los filmes El lobo de Wall Street y Dallas Buyers Club, actuación que le valió finalmente un premio de la Academia.

Y luego está la duración de la se­rie. En tan solo ocho episodios, True De­tective se construye y se deconstruye a partir de los avances y retrocesos y callejones sin salida que van dando cuerpo a una historia que contiene a la vez muchas historias. Incluso más de las que el espectador está dispuesto a asumir. Historias de corrupción, perversiones y juegos de poder, que la ubican en un escaño superior a las series detectivescas pro­medio.

Un dato interesante para los se­gui­dores del género que no gustan de fi­nales abiertos en espera de próximas temporadas (y para quienes se han que­dado esperando la continuación de algunos materiales en la Televisión Cubana), True Detective cierra en su octavo capítulo. Fin de la investigación. Fin de la serie. La se­gunda temporada, recién concluida, presenta un nuevo caso, con nuevos personajes y nuevos conflictos. Eso sí, Nic Pizzolato no se supera a sí mismo en la reciente entrega. Quizá no lo haga en mucho tiempo. Nadie está diciendo que lo necesite.

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TOMAS TORRALBAS dijo:

1

11 de septiembre de 2015

10:36:43


TODO PARECE INDICAR QUE SERA UNA BUENA SERIE LASTIMA QUE SEA POR EL EDUCATIVO. TENGO MALA RECEPCION DONDE VIVO OTRA COSA, SI PUEDE TRAMITAR UNA OPINION PORQUE MANTIENEN EN CUBAVISION EL PROGRAMA DE MATICA YABOR? HAY TANTOS PROGRAMAS DE LA PROGRAMACION DE LA TV, QUE CANSAN Y ABURREN EL SABADO ESTA AL MEDIO DIA QUE DA LO DEL SABADO, DOMINGO Y LUNES. DESPUES PROGRAMACION DE TV EN LA NOCHE Y MADRUGADA, DESPUES MARTICA YABOR, ANTES DE LA PELICULA DEL SABADO LA PROGRAMACION DEL FIN DE SEMANA ESTA TAMBIEN EN LOS 3 PERIODICOS NACIONALES EL LUNES DE NUEVO AL MEDIO DIA Y ASI TODA LA SEMANA PIENSO QUE EL PROGRAMA DE MARTICA (Y QUE ME PERDONE), ESTA DE MAS IMAGINO QUE EL RATING DE LA PELICULA DEL SABADO HAYA DESCENDIDO. EN OPORTUNIDADES ES A LAS 11 Y PICO SDS TOMAS

mirtan dijo:

2

11 de septiembre de 2015

13:21:12


Se agradece muchísimo este tipo de comentarios sobre la calidad de las series que se ponen por nuestros canales pero... lo ideal sería que se hicieran antes de que comenzaran porque ya perdimos el primer capítulo y en una serie corta como es esta pues perder una hora de trasmisión es prácticamente una pérdida irreparable.

ernesto felix dijo:

3

11 de septiembre de 2015

13:25:29


yo no puedo creer que una teleserie multipremiada como esa es posible que la esten pasando por el canal educativo los sabados en un horario que compite de manera desleal con la pelicula de el sabado . yo creo que los especialistas de programacion de la tv cubana deven primero revisar la calidad de el producto planificar en ela parrilla de los anales de alcanse nacional los espacios que realmente tiene calidad

Milka dijo:

4

11 de septiembre de 2015

14:16:42


Es una lastima que ese tipo de serie no la ubicaran en otro canal y en otro horario mas factible de ver a todos los que trabajamos, porque despues del desastre de la programacion de verano no quedan muchos deseos de ver la television cubana

Eduardo dijo:

5

11 de septiembre de 2015

18:38:54


lo que pasa con la segunda temporada Diana es que le falta Cary Fuku­na­ga, el director de origen japones. parece que todo el merito es del guionista pero alli los directores le ponen mucho. Piz­zolato y Fuku­na­ga terminaron en una bronca de solar en los pasillos de HBO y parece que el escritor es el que tiene la franquicia de la serie, asi que ....