
CIENFUEGOS.—El género campesino cuenta entre sus más sobresalientes cultores de la actualidad con Jorge Sosa. Él ha personificado la imagen del territorio en este campo, lo mismo en disímiles eventos culturales o en eventos políticos de tanta trascendencia ideológica como las tribunas abiertas de la Revolución, que en programas televisivos y espacios radiales.
Su voz se asocia de manera indisoluble con lo raigal, el brío fresco de lo autóctono y la cubanía adherida a cada uno de los versos de sus décimas. Es querido y respetado por un público, quien lo espera en sus presentaciones en los medios o en la peña campesina dominical Wilfredo Sacerio, del parque Villuendas.
Aunque por su buena forma física no lo aparenta, ya Jorge tiene 59 años y 25 de ellos —los cumple ahora en agosto— los lleva arriba de un escenario (“de forma profesional, pues desde niño cantaba en las fiestas familiares y no más terminar el servicio militar decidí que sería para siempre un repentista”).
El improvisador afirma que cuando se pone detrás del micrófono “cuanto procuro es la búsqueda permanente de la poesía. A través del desarrollo de la lírica campesina, entretejo metáforas, imágenes, motivos que me conducen hacia un espacio de pureza interior en cuya consecución me abstraigo del mundo exterior y me concentro hasta límites a veces insospechados hasta por mí mismo”.
A su juicio, “la belleza de la poesía campesina reside en la espontaneidad. Cuando uno no tiene enfrente ningún motivo de inspiración (la campiña, el cielo, la vegetación, el arroyo) y está en una cabina de radio o frente una cámara, emprende un trasiego imaginativo donde el rapto de lo espontáneo cobra gran dimensión”.
Convencido de que en su arte si no hay don no hay nada, sí apuesta igual por el estudio permanente y el componente informativo-cultural pertinente para complementar el regalo natural.
“El don es lo primordial, no obstante la investigación, el amor por tu trabajo después te lleva a ser una persona informada, a estudiar, porque mientras más conocimientos del idioma tengas mejor desenvolvimiento en el ruedo tendrás. Y de ese estudio también surgen las figuras retóricas que a veces la mera imaginación no suele parir”, reconoce el artista.
Es optimista por la garantía del relevo, por la saludable presencia de jóvenes poetas y la existencia de talleres de repentismo establecidos a lo largo del país. Pondera el local, realizado en el Centro Cultural de las Artes Benny Moré.
“La décima debe perdurar. Arma de combate de los mambises y cultivada por grandes líricos del siglo XIX, es en la actualidad referente de pertenencia. Miles de personas la continúan amando. Es inmortal como los géneros eternos, siempre depara sorpresas y alegrías, aun cuando alguien crea que ya todo haya sido llevado a una tonada”, sostiene, convencido y amante de su género.












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pedro dijo:
1
25 de agosto de 2015
11:04:22
sergio linietsky rudnikas dijo:
2
25 de agosto de 2015
13:42:09
PabloAlbiol dijo:
3
25 de agosto de 2015
16:46:33
Mary Carmen dijo:
4
8 de diciembre de 2015
15:39:24
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