ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

NÁPOLES.—Como si la savia popular hubiera predestinado el encuentro, los ritmos cubamos y partenopeos sellaron una alianza en esta ciudad mediterránea, que por derecho propio constituye un estación ineludible en la Ruta de la Rumba.
Desde hace varios años, Giovanni Imparato encontró la manera de entrelazar las manifestaciones folclóricas de su región y la isla caribeña y halló en la rumba la correspondencia adecuada para el diálogo con la tamburata, complejo  musical que a base de panderos y tamboriles acompañan la primigenia tarantela.
Imparatodirige la Asociación AfrocubaníaTammumba, que en su sede de la Plaza San DomenicoMaggiore desarrolla talleres de aprendizaje y promueve veladas destina das a la conservación y difusión de la cultura musical y danzaría partenopea —en el mito fundacional napolitano desempeña un papel fundamental una sirena llamada Partenope— y la enseñanza de los toques bailes y cantos cubanos de origen yoruba y congo y de la Columbia, el yambú y el guaguancó.
Pero Imparato se ha atrevido a algo más: la fusión de ambas raíces, lo que llama tammumba. Rumba y tamburata en álgido y fecundo intercambio, como aconteció en la Basílica de San Giovanni Maggiore, durante la presentación en Nápoles de la Ruta de la Rumba, bajo el auspicio de la Asociación Cultural Aché, que preside en Roma el profesor y coreógrafo Ulises Mlora, y la Fundación Fernando Ortiz, de La Habana.
Tras una invocación mariana de resonancias ancestrales, el pandero se fundió con la clave, la diana con las melodías mediterráneas  y el vacunao con el enlace corporal que remeda el apareamiento de las arañas. Y en el momento final, la intervención de dos iconos de la rumba en la isla, Geovani del Pino y Juan Campos Chan, pilares del laureado conjunto Yoruba Andabo.
Antes la ensayista AlessandraRiccio y el poeta Miguel Barnet explicaron al auditorio la permanente vitalidad de la rumba y el lugar jerárquico que ocupa  en la vida cotidiana de los cubanos. Barnet abordó el papel de don Fernando Ortiz en la investigación de los instrumentos y tradiciones musicales y danzarías cubanas de origen africano y recordó cómo el sabio fue quien llevó la rumba y los cantos litúrgicos afrocubanos al Aula Magna de la Universidad de La Habana, hecho que comparó a la distancia con lo que estaba aconteciendo en Nápoles, hacer sonar la rumba en el ámbito de una majestuosa edificación religiosa, que al ser rescatada por la Fundación de la Orden de los Ingenieros, descubrió detrás de su altar mayor los restos de un templo de la época de la decadencia del Imperio Romano. 
La Riccio, reconocida por sus estudios sobre la literatura cubana del siglo XX y sus crónicas sobre las transformaciones revolucionarias de la sociedad insular, dijo que el verdadero milagro pasa por el encuentro y reconocimiento de culturas aparentemente distintas y sin embargo capaces de fomentar zonas de común entendimiento.

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giovanni imparato obailù dijo:

1

15 de junio de 2015

09:29:00


infinida gratitud a un personaje tan serio y profundo conocedor de cultura mundial como tu.... gracias por lo que hace...!!!!.ashè!!!

giovanni imparato obailù dijo:

2

15 de junio de 2015

09:30:08


gracias Pedro de la Hoz...por todos lo que tu haces !!!

pedro www.meditationmusica.com dijo:

3

18 de junio de 2015

17:05:54


Es hermoso el hermanamiento entre culturas. Y cualquier excusa es buena para interrelacionarse. La música es un vehículo que nos lleva a sentir plenamente que todos somos uno.