ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Cuando el norteamericano Tho­mas Weston conoció a los ba­lle­neros de la pequeña isla de Be­quia, hace unos 25 años, supo que había allí una historia que quería contar. El resultado, un documental que lleva por título The wind that blows, inaugurará esta noche, jun­to a Deal with it, de Shamira Ra­pha­ela, la 7ma. Muestra Iti­ne­ran­te de Cine del Ca­ribe.

“El filme es un trabajo de amor, y en su forma más sencilla trata acerca de buenas personas haciendo cosas malas, pero para mí significa mucho más. Es una historia so­bre tradición y valentía”, dijo en con­fe­rencia de prensa el también di­rec­tor de fotografía de populares se­ries de te­levisión como La ley y el orden y The Blacklist.

En esta ocasión, la Muestra pro­po­ne 26 películas, de ellas 17 documentales, ocho filmes de ficción y diez cor­tos de animación que recorrerán todo el país a partir del 15 de junio, y 24 países del Caribe des­de el mes de julio.

Según su director, Rigoberto Ló­pez, esta 7ma. edición del evento cumple con el principio de mostrar la diversidad del Caribe a través del ci­ne, sobre todo de nacionalidades, tra­di­ciones y lenguajes. El programa in­cluye películas de países co­mo Cu­razao, Ve­ne­zuela, Puerto Ri­co, Re­pública Do­mi­ni­cana, Co­lom­bia y Cu­ba, del que veremos Con­ducta, de Ernesto Daranas, Esther en al­gu­na parte, de Ge­rar­do Chi­jo­na y De que van van, de Héc­tor Ro­sa­les, entre otras.

En las demás provincias del pa­ís, las cintas Hecho con sabor, del puertorriqueño Kacho López Mari y la ya mencionada Deal with it, se­rán las encargadas de abrir la Muestra.

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María dijo:

1

11 de junio de 2015

14:55:12


La supuesta tradición ballenera de Bequia, isla perteneciente a San Vicente y las Granadinas, es cuestionada por los propios habitantes de ese país y de Bequia, donde una gran parte ve con muy malos ojos que se sigan matando a las infelices ballenas con métodos por demás muy crueles y atrasados. Ultimamente se están impulsando campañas de concientización para convencer a los pocos balleneros que quedan en esa isla, que sería mucho más rentable la industria de la observación de las ballenas y no la caza de ballenas, que además es condenada por la inmensa mayoría de los países del mundo y por muchísimas convenciones internacionales ambientalistas. Lógicamente no he podido ver el filme, pero sí puedo adelantar que tratará de un tema bien controvertido, y nada edificante.